EL MUNDO • SUBNOTA
› Por Darío Pignotti
Rossetto habla sobre el avance conservador en América del Sur y descarta el riesgo de que Brasil sea la próxima víctima. “Claro que estamos mirando los vientos conservadores de la región, pero es temprano para asegurar que durarán mucho tiempo. No hay que olvidar que esos partidos conservadores que triunfaron en Argentina y Venezuela, lo hicieron con grandes promesas de crecimiento económico, más empleo y más inversiones. Habrá que seguir observando para ver si son capaces de cumplir esas promesas.”
–¿Brasil es la última trinchera progresista?
–Yo no veo que el avance conservador sea tan imparable, no creo tampoco que Brasil sea la última trinchera a pesar de que los grupos conservadores de nuestro país están metidos en aventuras golpistas. Debemos recordar que en América del Sur tenemos conquistas democráticas y sociales muy fuertes. No sólo porque hay gobiernos progresistas, en nuestros países hay una fuerte conciencia acumulada, por lo tanto los vientos conservadores van a tener que enfrentar una gran capacidad de resistencia social construida en estos años. Y quedan muchos gobiernos en pie, no se olvide de que Bolivia sigue adelante con su proyecto, también está Uruguay, Ecuador, Chile. Claro que son proyectos que guardan diferencias entre sí.
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