EL MUNDO
• SUBNOTA › EL EJERCITO DE EE.UU. DISPARO CONTRA CIVILES DESARMADOS
Las guerrillas que vos matáis
Por Robert Fisk *
Desde Bagdad
Mientras Washington y Londres seguían felicitándose mutuamente por la captura de Saddam Hussein, las tropas norteamericanas mataron al menos a 18 iraquíes en las calles de las tres ciudades más importantes del país. Un dramático video grabado en Ramadi, al oeste de Bagdad, mostró la matanza de un grupo de seguidores de Saddam que estaban desarmados y escapaban de las tropas estadounidenses casi en la oscuridad.
La matanza ocurrió durante las manifestaciones de los musulmanes sunnitas contra la captura de Saddam, que empezaron el lunes a la noche cerca de Samarra. Los primeros manifestantes cortaron las rutas del norte de Bagdad cuando varios hombres armados se acercaron a los civiles que al principio pensaban que las fuerzas estadounidenses habían arrestado a uno de los dobles de Saddam. Pero su alegría se convirtió en furia cuando horas después los estadounidenses abrieron fuego en Samarra.
Como siempre, el ejército norteamericano afirmó que los 18 muertos eran “insurgentes” y que sus fuerzas habían sido atacadas en las tres ciudades. Pero esto mismo dijeron en Samarra hace dos semanas cuando fanfarronearon sobre la muerte de 54 “terroristas”. Los diarios que investigan estas muertes concluyeron que mientras las fuerzas norteamericanas fueron emboscadas cuando transportaban dinero en billetes a los dos bancos de la ciudad, las únicas víctimas confirmadas del fuego norteamericano eran nueve civiles, entre ellos un nene y un peregrino iraní.
El ejército de EE.UU.dijo ayer que el lunes sus tropas volvieron a ser emboscadas en Samarra, esta vez por guerrillas que habían liberado palomas para comunicar a sus compañeros que una patrulla norteamericana estaba en la zona. Los combatientes que abrieron fuego con granadas disparadas desde un lanzamisil, cuentan los estadounidenses, se escondieron entre un grupo de chicos que salía de una escuela. Los soldados, dijeron las autoridades norteamericanas, “suprimieron el fuego enemigo sin alcanzar a ningún civil”. Un extraño comunicado, ya que nadie había sugerido que los civiles hubieran resultado heridos. Más tarde, un comandante norteamericano en Samarra declaró que 11 “insurgentes” habían muerto, pero no dio ningún tipo de pruebas. En la última batalla en la ciudad, no se encontró ni un sólo cadáver de un guerrillero.
En Faluja, la escena de otro asesinato en masa, el de cinco hombres iraquíes, manifestantes que simpatizan con Saddam entraron en la oficina del alcalde pro estadounidense y obligaron a los policías –cuyos sueldos son pagados por EE.UU.– a escapar para salvarse. Dos tanques Abrams, varios camiones para transportar tropas y cientos de soldados norteamericanos se movieron hacia el edificio, que se supone está controlado por la 82ª División Aerotransportada. Las tropas de esa división mantuvieron sus posiciones en los techos a sólo 200 metros de la alcaldía, pero hasta anoche nada indicaba que hubieran participado en la matanza.
La situación sigue complicada. En Mosul, por ejemplo, un policía que trabajaba para las fuerzas de seguridad iraquíes –organizadas por los norteamericanos– murió y otro resultó herido durante una manifestación pro Saddam. Más al sur, cerca de la ciudad natal de Saddam, Tikrit, una bomba al costado de un camino hirió a tres soldados norteamericanos, dos de ellos de gravedad. Diversos documentos de la ocupación sobre la seguridad, que no fueron dados a conocer públicamente, muestran que sólo en las últimas 24 horas hubo 30 ataques contra las fuerzas norteamericanas apostadas en Bagdad.
En medio de este clima de creciente violencia militar, hay un nuevo fenómeno: hombres armados enmascarados y encapuchados que trabajan para los norteamericanos en los retenes del norte de Bagdad. Cinco de ellos ahora se encargan de revisar los autos que pasan por el puente sobre el Tigris, en las afueras de Samarra. Aparentemente se tapan la cara porque tienen miedo de que se descubra su identidad. Usan uniformes militares y,a pesar de que dicen que forman parte del nuevo “Cuerpo de Defensa Civil Iraquí” organizado por los estadounidenses, no tienen ninguna insignia que identifique su rango ni la unidad a la que pertenecen. Los mismos encapuchados que ahora aparecen en las calles de Bagdad.
* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Milagros Belgrano.
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