El presidente Néstor Kirchner expresó ayer su deseo de que “nunca más” haya atentados como el sufrido el jueves en Madrid, y recordó que Argentina vivió sucesos igualmente dolorosos en la década pasada. “Dios quiera que nunca más” se produzca un hecho similar, expresó el mandatario, quien asoció las dantescas imágenes de la capital española con los ataques con bombas contra la embajada de Israel en Buenos Aires, en 1992, y contra la mutual judía AMIA en 1994, que totalizaron 114 muertos y 500 heridos.
El jefe de Estado tuvo un breve contacto con periodistas tras la ceremonia que compartió ayer con su homólogo chileno Ricardo Lagos en plena cordillera de los Andes para conmemorar el centenario del Cristo Redentor (ver página 11), monumento que simboliza la paz entre ambos países. El mutuo compromiso de defensa de la democracia y los derechos humanos y el repudio al terrorismo figuraron en la agenda del encuentro de presidentes. El acto comenzó con un minuto de silencio en homenaje a las víctimas en España y las banderas de Chile y Argentina permanecieron a media asta, en señal de duelo.
Kirchner dijo que su gobierno trata, en la medida de sus posibilidades, de estar “a la altura de las circunstancias” en materia de seguridad, “pero este tipo de cosas son tan impredecibles...”, admitió.
“¿Cómo no vamos a compartir la condena al terrorismo internacional?”, se preguntó Kirchner y consideró que “no alcanza la fuerza de la voz para condenar semejante atrocidad. Son lamentables y repudiables. Los argentinos ya los sufrimos con la embajada de Israel y la AMIA”, recordó el Presidente. Y luego agregó: “Estamos muy apenados por España y debemos rápidamente tener toda la visión para encontrar un mundo que aleje este flagelo del terrorismo”.