Por Justin Huggler *
Desde Bagdad

Los combates prosiguieron en ciudades chiítas a lo largo y a lo ancho de Irak ayer, en lo que las fuerzas estadounidenses de ocupación han admitido ahora que es un “levantamiento menor” por parte de contingentes leales al clérigo chiíta Moqtada al Sadr. Hubo nuevos enfrentamientos cerca de dos santuarios importantes en la ciudad sagrada chiíta de Kerbala, en momentos en que crecía la indignación chiíta por los daños a la mezquita del imán Alí en la cercana ciudad de Najaf en enfrentamientos que tuvieron lugar allí el viernes. Más al sur, en Nasiriya, militares italianos debieron ser evacuados de su base en la ciudad cuando ésta fue atacada por la milicia del ejército de Mehdi de Al Sadr. Dos combatientes iraquíes fueron muertos y 20 resultaron heridos.
Milicianos sospechados de pertenecer al ejército de Mehdi dispararon un mortero contra fuerzas británicas en la ciudad de Basora, pero no alcanzaron su objetivo. En lugar de eso, el proyectil impactó contra una casa civil y mató a cuatro iraquíes, incluyendo dos niñas gemelas de dos años. También ayer fueron muertas tres mujeres iraquíes que trabajaban para las autoridades de la coalición. Dos de ellas murieron por disparos contra el minibús que las transportaba en Bagdad. Eran civiles, pero no era claro qué labor desempeñaban para los ocupantes. Una tercera, que trabajaba como traductora, fue muerta cuando pistoleros irrumpieron en su casa en la convulsionada ciudad sunnita de Mahmudiya, al sur de Bagdad. Los civiles iraquíes que trabajan para los norteamericanos o sus aliados han sido objetivados como “colaboracionistas”.
Mientras los combates inflamaban el sur chiíta, se divulgó un video que parecía mostrar a dos ingenieros rusos que fueron tomados como rehenes en los suburbios sureños de Bagdad la semana pasada. La red televisiva Al Jazeera, que mostró el video, dijo que venía acompañado de una declaración por un grupo autodenominado Ejército de la Secta Victoriosa, que urgió “a los países que participan del ‘proyecto criminal’ a retirar sus fuerzas antes de que sea demasiado tarde’. Hay mucha preocupación por las tomas de rehenes extranjeros desde la decapitación de Nick Berg, un contratista norteamericano de 26 años, que fue exhibida en un video sumamente explícito la semana pasada y que se cree que fue ejecutada personalmente por Abu Musab Al Zarqawi, un aliado de Osama bin Laden.
Existe una indignación generalizada entre los chiítas de Irak por los daños al santuario del imán Alí, uno de los dos santuarios más sagrados del Islam, causados por enfrentamientos armados entre el ejército de Mehdi y fuerzas estadounidenses. Ambos bandos se acusan mutuamente de haber causado los daños, cuatro agujeros en el domo dorado del santuario. Pero los chiítas de Irak están furiosos contra los norteamericanos por haber llevado su batalla contra la milicia de Al Sadr tan cerca del santuario, y por llevar sus tanques a los centros de las ciudades sagradas de Najaf y Kerbala. Se lanzaron llamadas a ataques de venganza contra los norteamericanos, y ataques suicidas.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.