Por James Burleigh *

Un camarógrafo británico fue asesinado y otro herido ayer en un barrio de Riad, la capital saudita, en el cuarto episodio de violencia en el reino rico en petróleo en las últimas cinco semanas. El jefe de policía de Riad dijo que el dúo fue atacado por hombres desconocidos con armas en el pobre distrito Suweidi. Agregó que “el incidente está siendo investigado”. El canciller británico, Jack Straw, condenó anoche el ataque.
Un diplomático occidental señaló que el británico muerto era el cámara Simon Cumber, que trabajaba para la BBC y estaba filmando en esa área. El herido es el corresponsal Frank Gardner. Los atacantes se escaparon después de los disparos y las fuerzas de seguridad sauditas patrullaban por toda la capital. Suweidi es un distrito en donde las fuerzas sauditas han arrestado a varios presuntos militantes en operativos en los últimos meses. El área es conocida por albergar a seguidores de Osama bin Laden. De los 26 militantes más buscados por el reino, 15, incluyendo al líder del grupo en Arabia Saudita, Abdulaziz al-Mugrin, son de ese lugar.
El ataque de ayer ocurre justo una semana después de que militantes de Al-Qaida mataran a 22 extranjeros en el fin de una toma de rehenes en la ciudad petrolera de Al Khobar (este). El ataque del 29 de mayo en Khobar tuvo un efecto en el aumento record de los precios de petróleo antes de que la OPEP acordara aumentar la producción.
El canciller británico, Jack Straw, condenó ayer por la noche el ataque a los periodistas. Straw envió sus condolencias a los familiares, amigos y colegas del camarógrafo asesinado y dedicó su pensamiento a Gardner, a quien se refirió como un “reportero excepcional que siempre busca hacer lo posible para explicar a la audiencia de la BBC el mundo peligroso en el que vivimos”. A su vez, Straw reivindicó el respaldo del gobierno británico a las autoridades sauditas en su lucha contra el terrorismo.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.