El grupo armado iraquí Brigada de Jaled bin Al Walid –hasta ahora desconocido– amenazó con ejecutar a un ciudadano filipino secuestrado, ayer, si el gobierno de Filipinas no retiraba sus tropas de Irak en un plazo de 72 horas; a su vez, reivindicó la muerte de un policía iraquí que lo acompañaba. Una cinta de video difundida anoche por el canal de televisión Al Jazeera mostró tres hombres armados y enmascarados leyendo un comunicado en el que amenazaban con decapitar al rehén filipino que trabaja para una empresa saudita, en colaboración con el ejército de Estados Unidos en Irak. El grupo que formaría parte del Ejército Islámico en Irak identificó al filipino como Hafidh Amer. El nuevo secuestro se conoce un día después de que otro grupo iraquí liberara a un infante de marina estadounidense de origen libanés que mantenía como rehén y amenazaba con decapitar desde el pasado día 12. Hubo ya tres decapitaciones. La del norteamericano Nicholas Berg en mayo; a mediados de junio ejecutaron al ingeniero civil norteamericano Paul Johnson y a fines de ese mes, al traductor surcoreano Kim Sun il.