En su reciente visita el saliente secretario de Estado, Colin Powell, vaticinó que el agronegocio hará de Brasil una “superpotencia” verde. Hay datos que sustentan ese pronóstico: si continúa el ritmo de conquista de tierras este país será la mayor pradera cultivada del mundo. Sólo en el estado de Amazonas hay 2 millones de kilómetros que pueden ser convertidos en plantaciones del “agrobusiness”. Los sin tierra refutan la argumentación de Powell.
–El agro “business” es tan regresivo como el latifundio. Ambos son nuestros enemigos, la riqueza de las plantaciones extensivas dedicadas a la soja genera nuevos multimillonarios a costa de nuestra miseria. Doscientas hectáreas de agronegocios crean 1 empleo contra 8 de una cooperativa del MST.
–El agronegocio está extendiendo la frontera sobre la Amazonia desploblada. ¿Eso no es un avance geopolítico?
–La soberanía territorial es un problema que no puede separarse de la soberanía alimentaria. El agronegocio es culpable del desmonte de 24 mil hectáreas amazónicas en 2004, eso representa dos Bélgicas. Consideramos criminal amenazar nuestro patrimonio ecológico y embargar nuestra verdadera soberanía. Porque esta nueva clase de farmers (agricultores) está asociada a la estrategia geopolítica verde de los transgénicos de Monsanto, la división del trabajo propuesta por el ALCA, que quiere convertirnos en el nuevo granero del mundo.