EL MUNDO
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Fuerzas de inseguridad
Al menos 19 iraquíes, en su mayoría policías, murieron ayer en un doble atentado suicida con coches bomba en Bagdad –uno de los más sangrientos llevados a cabo en la capital desde las elecciones de enero– y en otros ataques en el país. El grupo de Abu Musab al Zarqaui, jefe de la red terrorista Al Qaida en Irak, reivindicó el doble atentado. En Kirkuk, 250 kilómetros al norte de la capital, cuatro policías murieron y otros tres resultaron heridos, al igual que un civil, en un ataque contra un puesto de policía en el sur de esta ciudad petrolera. Al sur de Bagdad, otros cuatro policías murieron y cuatro civiles resultaron heridos por un kamikaze que hizo explotar los explosivos que llevaba encima en el mercado de Mahawil.
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