Empresario de éxito con su Sociedad Boliviana de Cemento, Samuel Doria Medina ocupa un lugar expectante en las encuestas. “Frente a los extremos expresados por el ex presidente Jorge ‘Tuto’ Quiroga y Evo Morales, la nuestra ha sido siempre una propuesta de centro”, dice el líder delFrente Unidad Nacional en una entrevista concedida a Página/12. Su tono pausado transmite su moderación, que busca cautivar a la ciudadanía cansada de bloqueos a partir de una “apuesta a un país productivo”.
–¿Las elecciones generales pueden canalizar las agendas en pugna hacia el ámbito institucional?
–Yo creo que las elecciones generales son un requisito necesario pero no suficiente. En lugar de resolver las diferencias a tiros hemos optado por zanjarlas de manera democrática o pedirles a los ciudadanos que diriman esta situación complicada en la que nos encontramos. Pero esto no es suficiente porque la situación actual requiereun gobierno con un mandato claro. Si elegimos otra vez a varios candidatos con el 20 por ciento cada uno vamos a seguir inmersos en los mismos conflictos, pero creo que hay condiciones para que dos o tres candidatos concentren las preferencias ciudadanas.
–¿Usted, Jorge “Tuto” Quiroga y Evo Morales?
–Habrá que ver. Algunos creen que Tuto no podría ser habilitado –porque la Constitución señala que debe pasar un período constitucional completo–, otros hablan de habilitar al ex presidente Carlos Mesa. Pero no es sólo un problema de oferta sino de demanda. En las últimas elecciones municipales la población ha elegido a los alcaldes por mayoría absoluta, la gente está cansada de que no haya un mandato claro, que haya oposiciones destructivas.
–Si Quiroga no se presenta, ¿usted prevé una polarización entre usted y Evo?
–La polarización es entre Quiroga y Evo. El modelo ha funcionado para el 30 por ciento de la población que está en la economía de mercado, por eso sostenemos que el Estado debe dedicar tiempo y recursos al 70 por ciento restante. Pero Quiroga cree que hay que seguir apoyando a ese 30 por ciento y Evo piensa que para que le vaya bien al 70 por ciento excluido hay que eliminar al otro 30 por ciento. El desafío es buscar soluciones entre todos los bolivianos.
—El presidente Mesa intentó ocupar ese centro político, ¿por qué fracasó?
–Carlos Mesa es un hombre con buenas intenciones pero sin experiencia, ni estatal ni de liderazgo ni de dirección, entonces ha cometido errores muy graves.
–¿Usted ofrece el traslado de su experiencia empresarial al ámbito estatal?
–Yo no soy sólo empresario, también fui ministro de Economía en el apogeo del neoliberalismo (durante la gestión de Jaime Paz Zamora) y he visto que pueden hacerse cosasdesde el sector público. A mí me tocó vender varias empresas, pero se las vendí a los trabajadores, a los productores, como por ejemplo el ingenio azucarero Guabirá, que era un nido de corrupción de los partidos políticos y hoy es una empresa exitosa. La lógica extranjerizante de Sánchez de Lozada evitó que actores locales participaran en el proceso de capitalización.
–En este momento en que se discute la nacionalización, ¿cuál es para usted el rol de la inversión extranjera?
–Yo no comparto la idea de echarlos de una patada como plantea Evo Morales ni de entregarles todo, como plantea Quiroga. Creo que la inversión extranjera es necesaria, pero también los bolivianos tenemos derecho a ser dueños de nuestra propia casa. Hay un sentimiento de que ya no queremos que nos tomen el pelo.
–¿Y en el caso de los hidrocarburos?
–Yo fui el que comencé el lío cuando, en agosto de 2002, en una charla demostré con números que las petroleras pagaban menos impuestos que la Universidad Católica Boliviana. Y desde ahí fue naciendo esta idea de 50/50 (de impuestos entre el Estado y las empresas). Así se reparte el negocio en Holanda, que es el país que comercializa más gas natural.
–¿Qué tipo de coalición política puede encarnar Unidad Nacional?
–Nosotros somos un partido de los productores, del campo, de la ciudad, artesanos, que somos los que damos empleo en nuestro país. Evo no tiene acceso al Oriente y Quiroga no tiene acceso a regiones populares en el Occidente. Nuestra apuesta es articular las dos Bolivias, yo puedo hablar tanto con la gente de El Alto como con la de Santa Cruz.