EL MUNDO
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Claves
- Después de los peores ataques sufridos en Londres desde la Segunda Guerra Mundial, que dejaron al menos 56 muertos y centenares de heridos, el clima de atrocidad y paranoia subió ayer un nuevo escalón cuando policías de civil redujeron a un sospechoso que huía en un subte de Londres y lo ejecutaron a quemarropa disparándole cinco tiros a la cabeza en plena presencia del público.
- Scotland Yard justificó la actitud de sus hombres alegando que podía tratarse de un kamikaze y que era necesario impedir que se detonara.
- Pero organizaciones de la importante comunidad musulmana de la ciudad expresaron su indignación y su temor ante una persecución sistemática apuntada contra ella.
- Al mismo tiempo, la Policía Metropolitana logró identificar a los atacantes de este jueves por medio de filmaciones en TV de circuito cerrado y publicó sus fotos en medio de una verdadera cacería humana.
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