Los Verdes no quisieron ayer descartar ninguna opción a la hora de formar gobierno, ni siquiera la de una “coalición Jamaica”, nombre surgido la noche electoral para denominar la colaboración entre democristianos, cuyo color es el negro, Verdes y liberales, que se distinguen por el amarillo. Joschka Fischer, ministro de Asuntos Exteriores y principal líder de Los Verdes, mostró su alegría por el resultado electoral del 8,1%, a pesar de haber perdido medio punto desde las elecciones de 2002, pues los pronósticos eran mucho más pesimistas. Pero el resultado electoral más importante, según Fischer es que en Alemania no hay una mayoría “para un viraje neoconservador”. “Todas las conversaciones se tendrán que llevar a cabo desde esta base”, dijo Fischer ayer en Berlín.
“Jamaica no es una opción”, dijo Fischer. ‘No puedo explicarle a la gente que luchamos contra una política de la frialdad social y del retroceso ecológico y luego hacer algo completamente distinto’, añadió el ministro. Fischer quitó importancia a la posibilidad de volver a la oposición. ‘Tienen delante a una persona que se alegra de que la campaña haya terminado y que se enfrenta al futuro con mucho optimismo”, declaró.
El copresidente del partido, Reinhard Bütikofer, confirmó que se recibieron sendas ofertas del democristiano CDU y el socialdemócrata SPD para iniciar conversaciones con el fin de formar gobierno.
Su compañera en la cúpula del partido, Claudia Roth, no descartó ni siquiera posibles conversaciones con el presidente de la CSU, Edmund Stoiber. Los temas a negociar serían el ingreso de Turquía en la Unión Europea, el apagón nuclear, el fin de los almacenes provisionales de basura nuclear y la tecnología genética, dijo. “Entonces hablaré encantada con el señor Stoiber.” El ministro de Medio Ambiente, Jürgen Trittin, sostuvo que Los Verdes hablarán “con todos”. Los Verdes no están dispuestos a contribuir a ascender al poder un gobierno negro-amarillo (formado por democristianos y liberales) de ideología “radical de mercado”, señaló. Los Verdes, que tendrán que renunciar a cuatro escaños, enviarán al Bundestag (Parlamento) 29 mujeres y 22 hombres.