EL MUNDO • SUBNOTA › HABLA AMIR PASTEUR, LIDER DEL PACIFISMO ISRAELI
› Por Sveva Maertter *
Amir Pasteur, de 32 años, capitán del ejército israelí, cumple desde el 31 de julio una condena de 28 días de cárcel por haber rechazado (y no fue el único) la llamada a las armas. El movimiento pacifista Yesh Gvul (Hay un límite) siempre puso mucha atención en el fenómeno de los “refuseniks” (los que rechazan las armas). Hablamos con Peretz Kidron, jefe de las relaciones internacionales de Yesh Gvul, uno de los principales grupos de refuseniks, que explicó lo siguiente:
“Yesh Gvul está preparando una petición formal a las instituciones judiciales, para pedir la apertura de una investigación sobre los crímenes de guerra. Son muchos los hechos que, aun desde un punto de vista legal, son potencialmente calificables como crímenes de guerra: los ataques contra la población civil, la infraestructura pública y privada, las centrales eléctricas, los mismos ataques contra el ejército libanés, los enfrentamientos con un Estado que no está en guerra. Es verdad que no esperamos grandes resultados, pero queremos instalar el problema y hacer lo posible para que los responsables de estas acciones sean procesados.
“El clima de la opinión pública es durísimo. Cerca del 90 por ciento de la población está totalmente a favor de la guerra, hablo obviamente de la población hebraica. Por supuesto que los palestinos con nacionalidad israelí piensan distinto. Nosotros fuimos unos de los primeros en promover la iniciativa de protesta y organizamos la primera manifestación que se hizo delante de la residencia del primer ministro. Hay movilizaciones casi todos los días y en Tel Aviv los dos últimos sábados hubo manifestaciones muy numerosas. Como siempre por ahora sólo nos movemos los grupos más radicales.
“En general, cuando la protesta crece, las organizaciones menos radicales toman coraje y se unen. Pero antes de tomar la iniciativa quieren entender bien. Así sucedió con la primera intifada. La situación es difícil, hay un clima difuso de resistir a las confrontaciones del ejército y de entusiasmo por una guerra de defensa que es considerada justa. Hacer sentir una voz distinta es muy difícil. Debemos casi siempre recurrir a anuncios pagos. En momentos así, los medios son muy patrióticos y nacionalistas y le resulta difícil a la izquierda radical obtener espacios. Las primeras tímidas señales de cambio existen, pero el apoyo al gobierno y al ejército es muy fuerte. Ya hubo más de 50 muertos en territorio israelí, mucha gente vive en los refugios, los daños económicos y materiales son consistentes, la gente tiene miedo de verdad. Jerusalén está llena de desplazados. Obviamente esto refuerza la posición del gobierno que sólo impulsa la guerra. Hasta la situación dramática de Gaza, donde continúan los ataques del ejército, que todos los días causan muertos y heridos, pasa casi en silencio salvo por la derecha que sigue diciendo que el retiro unilateral fue un error. Yo también pienso que fue un error, pero no por el retiro en sí, sino por el hecho de que se haya realizado de forma unilateral y no sobre la base de un acuerdo entre los partidos.
“El gobierno francamente me ha desilusionado. Hizo toda la campaña electoral diciendo que debían recortarse los gastos militares para dedicar esos recursos a los gastos sociales. En vez, se ha puesto inmediatamente a disposición del ejército, sobre el cual me parece que no tiene control.”
* De Il Manifesto de Italia. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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