El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, se reunió esta semana en Brasilia con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, pero evitó expresar un apoyo claro a la candidatura del país sudamericano a sede del Mundial de Fútbol de 2014. “La pelota está con Brasil y podemos decir que, tras el buen trabajo realizado por Alemania en el Mundial de 2006, las exigencias son muy grandes. Si Brasil supera esos obstáculos, probablemente recibirá la Copa”, afirmó Blatter. “Tras recibir las respuestas brasileñas a las exigencias del pliego de condiciones, la FIFA enviará al país a un grupo de inspección, que se reunirá con las autoridades deportivas, políticas y, eventualmente, con grupos económicos interesados en la realización del Mundial. Después, quizás a fines de 2007 o comienzos de 2008, tendremos una decisión”, dijo Blatter, quien recordó el sistema de rotación de continentes que, en principio, hará que el Mundial de 2014 se celebre en Sudamérica. La candidatura brasileña es apoyada por todas las federaciones del continente. “Brasil sólo depende de sí mismo”, enfatizó Blatter, al comentar la posibilidad de que el “país del fútbol” pueda volver a organizar el máximo evento de ese deporte por primera vez desde 1950. El presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ricardo Teixeira, que también participó del encuentro, indicó que éste marcó el “puntapié inicial” de la campaña de Brasil por organizar el Mundial 2014. Teixeira aseguró que los brasileños “se disponen a trabajar, y mucho, para atender todas las exigencias establecidas por la FIFA”. Para ello, el dirigente dijo que espera atraer a inversiones privadas para crear en el país 12 estadios que atiendan los criterios de la FIFA. El gobierno, a su vez, tendrá que comprometerse con realizar las obras de infraestructura necesarias en sectores como transporte y comunicaciones, entre otros. “El presidente Lula ya aseguró, en forma inequívoca, el apoyo del gobierno a nuestra postulación”, dijo Teixeira.