A Manuela no le caben las generales de la ley. Con sólo 25 años, se hizo un lugar en una clase política dominada por hombres que la doblan en edad, logrando la mayor votación para una banca en el congreso federal por Rio Grande do Sul, el estado más politizado de Brasil. Habla que es un contento, viste camisetas despreocupadamente ajustadas con la hoz y el martillo de su partido –el PC– y plantea posiciones políticamente incorrectas. Critica a la cadena MTV, defiende la rebeldía hip hop de las favelas y rechaza la reducción de la edad penal.

Manuela Dávila lamenta que sean muchos más los jóvenes que se vuelcan hacia el narcotráfico y al PCC (cártel que domina las cárceles) que al PC, o a cualquier partido político. Reconoce, en esta entrevista exclusiva, que su militancia y su éxito electoral (271 mil votos), la han vuelto una curiosidad nacional. “La juventud brasileña sufre más que otros sectores los males del neoliberalismo. El 50 por ciento de la población carcelaria está compuesta por jóvenes, el desempleo es mayor entre los jóvenes, el prejuicio, la falta de educación también. Ir a la universidad en Brasil es un privilegio de sólo el 9 por ciento.”

–¿Qué aleja a los jóvenes de la política?

–Creo que hay una imagen errada de que a los jóvenes no les gusta la política; lo que no les gusta es la política tradicional, de las elites. La juventud brasileña, como la de América latina, participó en todos los momentos históricos de transformación. Creo que mi generación tiene una voluntad gigantesca de participar, de superar los problemas, haciéndolo en los partidos, en los movimientos sociales, en el movimiento hip hop (de fuerte arraigo en las favelas). Nadie opta por ser narcotraficante, pero hacen falta incentivos. Cuando hay perspectivas, la gente se motiva y creo que el presidente Lula comenzó a hacerlo con importantes programas sociales, como incentivar a quienes quieren concluir la escuela primaria.

–La cuestión es cómo hacer otra política.

–Yo trato de hacer política con espontaneidad, hablando como las demás personas. Cuando asumí como concejal de Porto Alegre (2004), pedí que por favor no se dirijan a mí como “señora”. Hacer política conlleva una carga de valores que no están bien visto por el pensamiento neoliberal, que fomenta el individualismo.

–La MTV llamó al voto nulo. ¿No es una forma de protesta válida?

–Creo que fue una campaña infeliz y que se probó fracasada en la práctica, porque los jóvenes fueron a las urnas con expectativa de lograr cambios. La MTV no propuso nada, llamó al voto nulo sin proponer un debate, sólo con golpes bajos (proponía lanzar tomates contra los candidatos), con una posición finalmente conservadora.

–¿Quién es más discriminado en Brasil: el joven, la mujer o los pobres?

–La combinación de los tres: la mujer es discriminada, pero más la mujer joven, y mucho más la mujer joven y pobre.

–¿Cuál es su opinión de una líder de origen humilde como Heloisa Helena?

–En mi opinión, Heloisa se situó en un campo que en realidad acabó auxiliando a la derecha brasileña una vez que no diferenció y no diferencia un proyecto neoliberal que es el de Alckmin y un proyecto que, a pesar de todo, construye la resistencia al neoliberalismo, que es el de Lula. Tenemos que asumir que los errores de este gobierno fueron graves, pero los culpables fueron sancionados. Heloisa no supo ir más allá de las denuncias y debatir un proyecto de país.

–¿Lula es conservador, reformista o populista?

–Lula es un líder popular que está ayudando a desarrollar a Brasil y garantizando importantes victorias para América latina; no es poca cosa frenar al ALCA. Lula hizo un gobierno que trajo muchos avances. No creo en los avances sin el pueblo y el pueblo está con Lula, por eso las elites quieren destruirlo.

–¿Chico Buarque o Caetano Veloso?

–Chico... por supuesto. Creo que Caetano ha dado una gran contribución para la música popular brasileña, pero tendrían que preguntarle a él por qué tiene posiciones conservadoras; tendrían que preguntarle qué pasa por su cabeza. Como no tengo la capacidad artística de él, no logro comprenderlo.