Dom 20.01.2002

EL PAíS  › DUHALDE DIJO QUE NO SE DEVOLVERAN LOS DEPOSITOS EN DOLARES EN EFECTIVO

“Los billetes no están” para devolverlos

El Presidente admitió que no hay dólares para cubrir los depósitos pero dijo que se les respetará “el poder adquisitivo” original. El Presupuesto será “realmente austero”, el corralito se flexibilizará “paso a paso” y se impondrá el impuesto a las exportaciones petroleras. En el segundo semestre habrá flotación libre del cambio.

En una virtual aceptación de la pesificación de la economía adelantada por este diario, el presidente Eduardo Duhalde admitió que a partir del segundo semestre Argentina dejará flotar libremente su moneda. Además, los depósitos en dólares no se devolverán en la divisa estadounidense, “que no está”, sino de un modo que respete “el poder adquisitivo” original de dichos depósitos. El corralito seguirá flexibilizándose “paso a paso”. En otro orden, confirmó que el nivel de emisión monetaria estará limitada por un presupuesto “realmente austero” y que el impuesto a las exportaciones de petróleo finalmente será aplicado. Sobre sus objetivos inmediatos dijo que la prioridad es consensuar con los gobernadores provinciales la aprobación del Presupuesto 2002, que “debe estar aprobado en dos semanas” para luego abocarse al estudio de una reforma fiscal y aduanera.
Los depositantes en dólares, o quienes aprovecharon las recomendaciones iniciales dadas por Domingo Cavallo a principios del corralito y pasaron a dólares sus cuentas, deberán olvidarse del encuentro con los billetes verdes. Sin embargo, de acuerdo a los dichos del presidente, seguirán manteniendo ventaja sobre quienes se quedaron en los devaluados pesos, ya que a los depósitos en dólares se les respetará su “poder adquisitivo”. Si se acepta la cifra del 1,5 por ciento de inflación anunciada ayer para la primer quincena de enero, esto podría significar incluso que no se respete siquiera el cambio oficial de 1,40. Porque lo cierto es que, como admitió Duhalde, “los billetes no están”.
Durante un extenso reportaje concedido a las agencias de noticias, y en línea con el reconocimiento de la inminente pesificación de la economía, Duhalde señaló que “en el filo del segundo semestre” se dejará flotar la moneda. “Estuvimos pensando en un primer momento en la libre flotación, pero nos pareció que era más prudente comenzar de la manera que se ha comenzado”, reseñó.
Sobre el controvertido corralito, el presidente insistió en que la flexibilización que comenzará a regir desde el martes alcanza al “80 por ciento de los ahorristas”. “Ahora estamos pensando en otra flexibilización, para otros sectores”, agregó. Como adelantó Página/12 en su edición de ayer, el Gobierno estudia dejar salir del corralito, entre otros, a los jubilados de más de 75 años, a quienes hayan recibido indemnizaciones por despidos o cobros por accidentes laborales y a quienes deban enfrentar tratamientos médicos. “La idea que tenemos es, progresivamente, ir flexibilizando lo más que se pueda en el mercado. Y debemos hacerlo rápidamente pero con mucho cuidado. Yo confío mucho en mi equipo económico y le pido que la celeridad no se convierta en imprudencia, porque corremos el riesgo de que el sistema se derrumbe”, destacó el mandatario.
En directa respuesta a las advertencias dejadas escuchar desde el Fondo Monetario Internacional –por boca de su número 2, Anne Krueger– acerca de que la emisión monetaria derive en hiperinflación, Duhalde defendió la reforma de la carta orgánica del Banco Central (BC): “Un país que puede emitir dinero en forma irresponsable puede caer en la híper. Pero nosotros no hemos actuado irresponsablemente. Todos los países del mundo tiene bancos centrales que autorizan la emisión monetaria. La modificación de la Carta Orgánica del BC, no es otra cosa que poner en línea al Central con todos los bancos del mundo que no tenían como nosotros una rareza de un dólar anclado. Era el único país que tenía ese sistema”, explicó. Ya sobre el final de la entrevista, y para despejar suspicacias sobre la posible monetización del déficit, el Presidente sostuvo que el presupuesto para el 2002 “va a fijar los límites de la emisión. Va a ser austero, porque el presupuesto que llevamos es realmente austero en relación a la espectacular caída de ingresos.
Sin embargo, los ingresos podrán contar con el discutido impuesto a las exportaciones de petróleo. “Creo que ya está eso, es lo que se ha habladoy lo que se ha hablado se va a aplicar” sostuvo el Presidente. Es probable que la contundencia de esta afirmación ponga fin al juego de presiones conjuntas ejercido entre España y las petroleras con el objetivo de reemplazar dicho tributo por un “adelanto patriótico”.
En cuanto a la aprobación del Presupuesto, Duhalde afirmó que se trata de su primera prioridad. “Llamé a gobernadores, a jefes de comisiones de hacienda para consultarlos sobre el Presupuesto. Tengo en claro lo que tengo que hacer ahora: tengo que cuidar que se apruebe el Presupuesto, tenerlo votado en dos semanas, porque no pueden esperar los programas que requieren sanción presupuestaria, tanto el alimentario, como el de Empleo. Ya les dijimos a los gobernadores que antes de fin de mes van a tener el Presupuesto y ya los 60 millones de pesos que los vayan gastando para la primera etapa de un programa de 350 millones que atienda el tema alimentario. En un plazo de tres meses tenemos que tener a la totalidad de la población sin ingresos adentro del programa, pero ahí sí tenemos que esperar, porque la magnitud del plan no admite un decreto de necesidad y urgencia, es un plan para más tiempo”, explicó.
En cuanto al restablecimiento de los pagos de la deuda externa, el presidente afirmó que “en el Presupuesto no podemos establecer el pago de servicios de la deuda. Porque si lo ponemos no nos creen. Realmente, no nos van a creer. Todo el mundo sabe en la situación en que se encuentra la Argentina, estamos siendo comprendidos en el mundo”, consideró.
Continuando con su plan de acción, Duhalde dijo que “una vez superado el tema del Presupuesto voy a seguir aquí y me voy a pasar una semana recibiendo todas las experiencias que hay en el mundo en cuanto a sistemas de recaudación fiscal. La administración fiscal hay que mejorarla, es un requisito indispensable. Deberíamos tener superávit fiscal si cobramos los impuestos que tenemos que cobrar. El otro tema en el que vamos a gastar una semana discutiendo y analizando es el tema aduanero, que es otro gravísimo problema. Debemos tener un sistema que funcione en la Aduana y la frontera, porque con el contrabando están perjudicando a nuestras economías regionales y nuestra industria”. concluyó.

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