Recién había terminado un acto en el Hotel Marcone y los miembros de los movimientos sociales K buscaban un bar para tomarse un cafecito. En la reunión habían analizado cómo enfrentar el lockout agrario. De las cuatro cámaras rurales, la Federación Agraria es la que más gente suele llevar a los cortes y tractorazos. Buscando un bar, los militantes kirchneristas eligieron el histórico La Perla del Once, escena mítica del rock nacional (Tanguito y Litto Nebbia compusieron “La balsa” en el baño de hombres). Pero la vida da sorpresas y los bares porteños, también. Cuando los dirigentes sociales se sentaron, notaron que en una mesa vecina había dos hombres conversando. Eran dos personas muy conocidas, a los que el conflicto por las retenciones móviles había puesto en el campo adversario. Los kirchneristas reconocieron a Víctor De Gennaro, ex secretario general de la CTA, y a Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria. Desde que comenzó el conflicto por las retenciones móviles, Buzzi atribuye a De Gennaro un rol de asesor político todo terreno. Aunque la relación con De Gennaro está cortada, algunos militantes K que lo conocen de la CTA se acercaron a la mesa vecina y saludaron con cortesía.
Primero fue el vicencanciller alemán, Reinhart Silberberg, el que reclamó sin mucho protocolo por el pago de la deuda al Club de París. La última semana se sumó otro mensaje, el del canciller de Austria. De modales menos duros y con ideas progres (el gobierno de Viena es socialista y se presume de centroizquierda), el canciller Alfred Gusenbauer retomó el pedido de los alemanes. Dijo a sus interlocutores argentinos que el país debía pagar la deuda con el Club de París.
Por estos días, se lo mencionó a Carlitos “Anaconda” Nair Menem no por sus amores ni por su participación en reality shows, sino por haber estado presente en el encuentro opositor con las entidades rurales, que se realizó la semana pasada en el Senado. La explicación es simple: Nair se consiguió un conchabo como asesor del senador con fueros Carlos Menem. ¿En qué lo asesora el ex Gran Hermano? “Por ahora estoy aprendiendo”, dijo. De tal palo...
Era un acto interno de la Cancillería y el número 2 del Palacio San Martín, el ex embajador argentino en Roma Victorio Taccetti, debía hablar ante los profesionales que optaron por la carrera diplomática. El vicecanciller se dedicó entonces a describir cómo debía ser y qué cualidades debía tener un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores. Dijo que debían tener dinamismo y no ser burocráticos y, para ilustrar su opinión, citó un ejemplo de lo que no debía hacerse. Recordó que hacía más de quince años se había abierto un expediente para abrir una embajada en la República de Armenia, que se había separado del grupo de ex repúblicas de la URSS y se había constituido como país independiente en 1991. El expediente seguía sin resolución. Lo que no dijo Taccetti fue quién había sido uno de los principales impulsores de la embajada en Armenia. Nada menos que el titular de Aeropuertos Argentina 2000, Eduardo Eurnekian, un empresario afín al oficialismo.
El encuentro de los ARI rebeldes, que cambiaron su nombre el sábado pasado, fue extremadamente informal: en un club de barrio, predominaron los dirigentes luciendo jeans y zapatillas, y compartiendo rondas de mate. El premio se lo llevó el diputado Eduardo Macaluse –a quien aseguran que nadie nunca vio con una corbata—, que se apareció con unas viejas Topper blancas.
El cuartito que suele usar Luis D’Elía en la Subsecretaría de Tierras para el Hábitat Social –en Corrientes y Talcahuano– para recibir gente y conversar tranquilo tiene decoración austera. Uno de los pocos adornos es una impresión a color, enmarcada y cubierta con un vidrio, que exhibe una nota publicada en el portal de noticias minutouno.com Allí se reproducen declaraciones que el titular del Comfer, Gabriel Mariotto, había dado al diario La Nación: “Para mí, D’Elía es un intelectual, una persona con gran formación, que tiene un formato tosco”, había dicho Mariotto. Evidentemente, al dirigente de la Federación de Tierra y Vivienda le encantó la definición.
El ministro de Educación porteño, Mariano Narodowski, adquirió un nuevo hobbie, para descargar tensiones mientras intenta resolver los múltiples problemas de su cartera. En una de las últimas reuniones de gabinete, los miembros de su equipo lo observaron, un tanto estupefactos, mientras hacía jueguito con una pelota de tenis, al mismo tiempo que respondía preguntas de sus asesores. Según dicen, no pierde la concentración mientras habla y pelotea.
La broma más repetida en el encuentro del ex ARI Autónomo, ahora rebautizado como Solidaridad e Igualdad (SI):
–¿Me podés decir el nuevo nombre del espacio?
–SI.
–¿Cuál es?
–SI.
–Eh, no te entendí, repetime.
–SI, SI.
Y así sucesivamente...
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