En el caso de la valija con 800 mil dólares que intentó ingresar al país Guido Alejandro Antonini Wilson, hasta ahora ninguno de los imputados declaró como tal ante el juez, pero entre ellos se desató una intensa guerra de acusaciones a través de escritos judiciales. El ex vicepresidente de Pdvsa, Diego Uzcátegui Matheus, aseguró que el ex funcionario kirchnerista Claudio Uberti conocía a Antonini desde varios meses antes del escándalo y negó haber hecho gestiones para que su hijo Daniel Uzcátegui Specht y el valijero viajaran en el jet alquilado por Enarsa donde se trasladó el famoso maletín, incautado en la madrugada del 4 de agosto del año pasado. Esto figura en el descargo que el venezolano presentó ante la Justicia, al que accedió Página/12. Uberti, en el otro wing, había dicho que él los hizo subir al avión por expreso pedido de Uzcátegui padre y que sólo el día anterior había visto a Antonini por primera vez en su vida.

Por supuesto, el único que no participa de esta pulseada es el propio Antonini Wilson, protegido por el gobierno de Estados Unidos, donde es testigo estrella contra sus antiguos socios venezolanos, mientras la Justicia argentina reclama su extradición para juzgarlo. Antonini, de hecho, sigue siendo el principal imputado en la causa judicial porteña, acusado de contrabando agravado y lavado de dinero. Los Uzcátegui y Uberti son considerados partícipes de la maniobra por los fiscales María Luz Rivas Diez y Mariano Borinsky. Ahora están enfrentados entre sí: sólo comparten al valijero como blanco fácil de acusaciones.

Los venezolanos ya faltaron a tres llamados a indagatoria, pero la semana pasada se quedaron sin salida por un fallo de la Cámara en lo Penal Económico que les rechazó un pedido para declarar por exhorto. Deberían presentarse el 28 de mayo o el juez Daniel Petrone ordenaría su captura. Al pedir su última postergación fue cuando adjuntaron un descargo firmado sólo por Uzcátegui padre, escrito que hasta ahora no se conocía.

Ahí detallan su versión de los hechos y le responden a Uberti, que había hecho una presentación en febrero. Apuntan a su secretaria, Victoria Bereziuk, como la autora de la invitación para subir al jet de Enarsa.

- Uberti dijo que no conocía a Antonini. Según su relato, se lo había presentado Uzcátegui Matheus en un almuerzo en Caracas el día anterior al vuelo de la valija y por un “expreso pedido” de él lo admitió en el avión de Enarsa. “Me solicitó que el traslado de su hijo y de sus acompañantes, entre los que se encontraba Antonini Wilson (...) Accedí sin inconvenientes ni sospechas”, afirmó Uberti, por entonces encargado de los negocios energéticos del gobierno argentino con Venezuela. Lo único que conocía de Antonini, sostuvo, era que estaba “vinculado al sector privado”. Dijo que “abusó” de su “confianza” y actuó con “desconsideración” al “abordar al avión junto con la maleta que luego reconociera como propia”. “Desconozco el origen y destino de las sumas dinerarias incautadas”, añadió Uberti, también ex titular del Organo de Control de Concesiones Viales.

- En su descargo, más reciente, Uzcátegui Matheus asegura que la versión de Uberti “es por completo falaz” y que él nunca le pidió que llevaran a su hijo y a Antonini a Buenos Aires. Es más, califica como “mendaz” que el ex funcionario argentino no conociera al valijero. “Al parecer, ha olvidado que en mayo de ese mismo año le fue presentado por mí”, replica. Para explicar por qué su hijo iba a todos lados con Antonini (al punto de esperarlo hasta el final cuando le detectaron la plata en la Aduana) dice que el chico, de 20 años, era “asistente” de Antonini, sólo que la relación “laboral” había devenido “amistosa”. Ambos, según su explicación, habían terminado de manera casual en el almuerzo del 3 de agosto en Caracas, que organizado a pedido del ministro de Energía que no podía entender hasta la tarde a la delegación argentina. “Mi hijo me llamó para encontrarse conmigo y le indiqué que estaría en el referido almuerzo”, alega.

El asunto del viaje, sostiene a rajatabla, ni se mencionó en el banquete. Según dice que le contó su hijo fue después de la comida, cuando acompañó a Victoria Bereziuk a un shopping, paseo del que también participó la secretaria de Pdvsa Marjory Gutiérrez, a quien reclama que se interrogue. “La Srta. Bereziuk propuso a Daniel Uzcátegui viajar a Buenos Aires junto con su jefe Antonini Wilson por ese fin de semana afirmando que en el avión quedaban dos lugares sin ocupar. Fue así que la propia Bereziuk informó el tema a Antonini Wilson, quien accedió a ese viaje”, dijo Uzcátegui padre. La chica, añadió el empresario, también hizo las reservas en el hotel Sofitel. Si estaban a nombre de Pdvsa, como señaló la fiscalía al llamarlos a indagatoria, no sabe por qué.

Bereziuk es testigo clave en la causa: fue quien dijo que vio a Antonini y a los dos Uzcátegui en la Casa Rosada un día después del hallazgo de la valija, cuando se firmó un convenio energético los gobiernos de Argentina y Venezuela. Más aún: ese día cenaron todos juntos en el restaurant “La Rosa Negra”. Pagó Antonini con American Express: 1.770 pesos.

Los fiscales advirtieron que la reserva en el hotel Sofitel a nombre de la petrolera incluía también a Uzcátegui padre, la secretaria Gutiérrez y otros ejecutivos de la empresa. También detallaron múltiples viajes del pequeño Uzcátegui con Antonini. Al pedir la indagatoria de Uberti –aún sin fecha– señalaron que después de la incautación del dinero habló por teléfono con Antonini todos los días hasta que dejó el país.