EL PAíS › DOCE PRESIDENTES FIRMARON EL TRATADO CONSTITUTIVO DE LA UNIóN SUDAMERICANA
Los presidentes de la región lanzaron en Brasilia la Unasur, que crea un bloque de 360 millones de habitantes. Hubo una primera diferencia con Colombia por la creación de un Consejo de Seguridad. En la sesión inaugural se cortó la luz.
“Este fue el señor Bush”, bromeó Hugo Chávez en medio del apagón en el centro de convenciones Ulises Guimaraes. Con luces de emergencia entonces, doce presidentes latinoamericanos firmaron ayer en Brasilia el Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramérica (Unasur), el nuevo intento de la región por emular el proceso de integración europeo. En su intervención, la presidenta Cristina Kirchner pidió que la unión se enfoque en “mejorar la calidad de vida” de los latinoamericanos y que se encuentre un mecanismo que permita pasar de lo discursivo a lo práctico, para que lo que proponen no quede enredado en la burocracia.
“Aquello que parecía imposible ocurrió. A los ojos de los incrédulos, América del Sur está ahora más integrada que nunca”, se entusiasmó Lula en el cierre. Aunque de inmediato invitó a los presidentes a dejar de lado los problemas de la coyuntura. “Los gobernantes de la región sabemos que los contenciosos actuales son pasajeros”, subrayó.
Con la victoria de Fernando Lugo en Paraguay, cada vez son más los gobiernos alineados del centro a la izquierda en el subcontinente. Sin embargo, el inicio del Unasur se produce en medio de una seguidilla de conflictos bilaterales que nublan la posibilidad de llegar a acuerdos de importancia. El primer ejemplo sucedió ayer mismo. La propuesta brasileña de crear un Consejo de Defensa regional fue resistida por Colombia (ver aparte).
Los discursos apuntaron a que todos los países se sintieran contenidos y se habló de la necesidad de achicar las asimetrías entre las economías, un mensaje parecido al que Brasil y Argentina dan en las cumbres del Mercosur para atenuar el enojo de Uruguay y Paraguay.
El antecedente más lejano a la reunión de ayer ocurrió en Cuzco, en 2004. Allí se lanzó la Comunidad Sudamericana de Naciones que luego no tuvo la continuidad anunciada. Por entonces, Lula aparecía a ojos de los demás presidentes demasiado interesado en mostrarse ante el mundo como el líder de la región y no había mucho apremio por apuntalar sus ambiciones. Ahora los tiempos son otros. Y el nombre de Unasur fue idea de Chávez, el año pasado, cuando los proyectos del Banco del Sur y el Gasoducto del Sur tenían a los presidentes entusiasmados.
La Unión de América del Sur se planteó ayer como una instancia superadora que unirá en un solo bloque al Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones (CAN). La región comprenderá 360 millones de personas. La presidenta argentina planteó en su intervención que si funciona bien la Unasur les resolverá a sus miembros los dos problemas que se presentan a futuro en el mundo: la producción de energía y alimentos.
Además de Cristina Kirchner, Lula y Chávez, de la cumbre de ayer en Brasilia participaron los presidentes de Bolivia, Evo Morales; de Chile, Michelle Bachelet; de Colombia, Alvaro Uribe; de Perú, Alan García; de Ecuador, Rafael Correa y de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos, junto a su sucesor Lugo. Tabaré Vázquez volvió a faltar a una cumbre y fue reemplazado por su vicepresidente, Rodolfo Nin Novoa. También estuvieron los presidentes de Surinam y de Guyana.
La sesión arrancó en el centro Guimaraes a las 11. Fue una hora más tarde de lo previsto porque Lula, Chávez, Evo y Correa se demoraron en un desayuno conjunto en el Hotel Meliá. Una vez reunidos, los jefes de Estado se dedicaron a estudiar la temprana renuncia que presentó a la Secretaría General de la Unasur el ex presidente de Ecuador Rodrigo Borja, porque consideró que el cargo quedaba vacío de contenido dado que en forma paralela funcionará una junta de delegados con un representante de cada país. Los presidentes discutieron entonces la institucionalidad que tendrá la Unasur. La Secretaría General, que ocupará siempre un ex presidente, tendrá como sede Quito y tiempo atrás se había planteado la posibilidad de que ese cargo lo ocupara Néstor Kirchner. Pero mientras la oficina quede en Ecuador habría que desechar la posibilidad.
Cristina Kirchner arribó a Brasilia el jueves a la medianoche y se fue luego de la sesión, ayer a las 16, sin participar del almuerzo que se hizo en Itamaraty. No mantuvo reuniones bilaterales pero sí conversó algunos minutos a solas con Lula, Chávez y Bachelet. La acompañó el canciller Jorge Taiana y una comitiva compuesta por Alberto Balestrini, Eduardo Fellner, Daniel Filmus y José María Díaz Bancalari. “Debemos ser pragmáticos, prácticos y operativos”, les planteó la Presidenta a sus pares para que esta vez la Unasur tenga éxito.
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