EL PAíS • SUBNOTA › COLOMBIA FUE EL úNICO QUE SE OPUSO A LA ALIANZA MILITAR REGIONAL
Alvaro Uribe fue el único de los doce presidentes que no quiso adherir al Consejo de Seguridad que propuso Brasil en la reunión inaugural de la Unasur. Se creará un grupo de estudio que analizará durante noventa días la propuesta.
Colombia le dijo no al Consejo de Defensa de Sudamérica. El país andino fue el único de los doce miembros de la nueva Unión de Naciones de Suramérica (Unasur) que se negó a adherir a la alianza militar ayer en Brasilia. No hubo explicaciones claras de parte de Bogotá ni críticas abiertas de sus vecinos. Al salir de la reunión con todos los presidentes, el vocero de Alvaro Uribe leyó un brevísimo comunicado. “Colombia no puede ser parte del Consejo de Defensa de Sudamérica dadas las amenazas del terrorismo y las derivaciones conocidas”, leyó César Velázquez. Inmediatamente, Brasil y Ecuador intentaron restarle importancia al desaire colombiano. “Los que somos enamorados de la integración debemos respaldar todas estas iniciativas. Más tarde, pueden integrarse los países que quizá tengan más resistencias”, dijo, sonriente y tranquilo, el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa.
Durante todo este año el ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, se dedicó a recorrer América del Sur para juntar apoyos para la inédita alianza militar. La idea, según reconoció el propio Luiz Inácio Lula da Silva, tomó más fuerza después del enfrentamiento entre Colombia, Ecuador y Venezuela por el bombardeo al campamento de las FARC. Como explicó Jobim durante su reciente gira, el Consejo no será una alianza tradicional como la OTAN, sino un espacio para discutir y consensuar políticas de Defensa, coordinar el envío de tropas a misiones de paz, de ayuda a zonas afectadas por desastres naturales, y programar ejercicios militares conjuntos. Pero el objetivo principal y no declarado es que se convierta en un foro de resolución de conflictos.
Pero ayer, después de un día entero de negociaciones, Lula vio su proyecto retrasarse una vez más. Aunque por la mañana Jobim prometía que el Consejo salía con o sin Colombia, ya para el mediodía el tono del ministro comenzaba a debilitarse y para las 16 anunciaba que se crearía un grupo de estudio que se pronunciaría sobre la creación del Consejo de Defensa recién en noventa días. “Pero la decisión política ya fue tomada”, rescató Jobim.
Colombia aclaró que no está en contra de este grupo de estudio. “A pesar de la promesa de seguir analizando el tema, Colombia no va a modificar su posición. Por los menos hasta que sus objetivos e intereses coincidan con los de la región”, explicó el experto en Defensa colombiano Alfredo Rangel, admirador de la política de Seguridad Democrática de Uribe.
Para el analista, el gobierno colombiano tiene tres razones para no entrar al Consejo. Primero, la mayoría de los países sudamericanos se niega a calificar a las FARC como un grupo terrorista. Ayer, antes de partir de nuevo hacia Colombia, Uribe repitió sutilmente su pedido. “Colombia necesita solidaridades efectivas en la lucha contra el terrorismo y la lucha contra la droga”, aseguró el mandatario.
Segundo, Bogotá sostiene que la OEA fue determinante en la resolución del conflicto con Ecuador y Venezuela (aunque el acuerdo final llegó durante la cumbre del Grupo Río en República Dominicana) y, por eso, no considera necesario crear un nuevo mecanismo.
Y tercero, Uribe no tiene interés en enturbiar su relación con Washington, el principal aliado y financiador de su guerra contra la guerrilla. A principio de año, el presidente Lula rechazó diplomáticamente la propuesta de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, para sumarse a la nueva alianza militar.
Para Adrián Bonilla, el director de Flacso en Ecuador, la explicación es más simple. “Uribe quiere preservar su capacidad de hacer operaciones unilaterales cuando desee y donde lo desee”, advirtió, recordando el bombardeo al campamento de las FARC en territorio ecuatoriano. El verdadero peligro, continúa Bonilla, es que de haber un nuevo conflicto, el todavía incipiente Consejo de Defensa Sudamericano tendrá una influencia muy limitada sobre Colombia.
Pero no todo es negativo para el analista ecuatoriano. A pesar de que la cumbre de Brasilia no fue un éxito rotundo, logró dejar en evidencia el aislamiento de Uribe y sus políticas.
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