EL PAíS › MOVILIZACION KIRCHNERISTA CON APARICION SORPRESA DEL EX PRESIDENTE CON DE VIDO, JAIME, GARRE Y MORENO
La concentración se improvisó a media tarde y comenzó a las 17.30. Hubo consignas durísimas contra el lockout agrario, muchos militantes bonaerenses, varios intendentes y poco espontáneos. Kirchner llegó cerca de las diez de la noche, como cierre.
› Por Martín Piqué
Los militantes kirchneristas que habían ocupado la Plaza de Mayo para “defender la democracia y el gobierno popular” tuvieron su premio cuando vieron asomar sobre las cabezas el pelo despeinado de Néstor Kirchner. Eran las 21.40 y el frío –9 grados de temperatura, sin contar la sensación térmica– hacía adelantar la desconcentración. La llegada del ex presidente sorprendió a la gente que seguía alrededor de la Pirámide. Kirchner ingresó a la Plaza en medio de un revuelo de gente que se apretujaba para saludarlo. Entre sus acompañantes estaban el ministro de Planificación, Julio De Vido; el secretario de Transportes, Ricardo Jaime, y la ministra de Defensa, Nilda Garré. “Patria sí/ colonia no”, fue uno de los cantitos con que lo recibió la multitud. También se escuchó la marcha peronista, que ya había sonado repetidas veces. Kirchner caminó entre los manifestantes, que lo palmeaban y gritaban consignas contra “la oligarquía”, mientras los funcionarios, entre los que se veían varios intendentes del conurbano, hacían esfuerzos por mostrarse a su alrededor.
La entrada de Kirchner se convirtió en el clímax de una concentración que había sido improvisada por el vértigo del conflicto. El llamado a ocupar la Plaza había circulado por los medios y también por canales informales a partir de las 17. En ese momento Alfredo De Angeli ya estaba libre y en distintos puntos de la ciudad se habían escuchado cacerolazos contra la Presidenta y en solidaridad con el chacarero estrella de Gualeguaychú. La ocupación de la Plaza de Mayo por el kirchnerismo comenzó a las 17.30, luego de que una columna de la JP Evita se concentrara en Avenida de Mayo y Perú. Los simpatizantes del oficialismo fueron sumando apoyos hasta que, cuando ya eran unas quinientas personas, pusieron rumbo a la Casa Rosada. Mientras los K marchaban por Avenida de Mayo, alrededor del Cabildo se veían grupos con banderas rojas del MST, la Asamblea de San Telmo y Convergencia Socialista. No hubo choque ni incidentes graves, porque la izquierda se retiró por Diagonal Norte.
Sin competencia a la vista, los kirchneristas fueron ocupando la Plaza de Mayo desde las vallas que estaban pasando la Pirámide hasta el Cabildo. Como la convocatoria no había sido prevista con anticipación, los manifestantes se mostraron satisfechos por la cantidad de gente que se concentró frente a la Casa Rosada. “Esto fue mucho mejor que lo del 25 de marzo. Acá hay mucha más gente y más organizados”, analizó ante PáginaI12 el dirigente del Movimiento de Unidad Popular (MUP), Federico Martelli. A diferencia de ese día de marzo, en el que una columna integrada por organizaciones sociales y jóvenes kirchneristas desplazó por la fuerza a los caceroleros que apoyaban el
lockout rural, la concentración de ayer mostraba más presencia de funcionarios y de militantes del peronismo bonaerense. Desde el primer momento se vieron caras conocidas del Ejecutivo. El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, se ganó todas las miradas al cantar la marcha peronista con los dedos en V.
Los grupos que se reunieron alrededor de la Pirámide competían con sus banderas y sus cantitos. El Movimiento de Mujeres Evita imponía un coro de voces femeninas. “Vamos a ver/ qué se come en la Argentina/ carne de vaca/ o carne de gorila”, cantaban. Los camioneros habían llevado una bandera con los rostros de Perón, Evita y el secretario general de la CGT, Hugo Moyano. “Vamos Camioné/ vamos Camioné/ Camioneros es un sentimiento/ no se explica, se lleva desde adentro/ a Moyano lo sigo adonde sea/ soy camionero hasta que me muera”, gritaban los afiliados mientras saltaban haciendo un pogo. En la Plaza se veían banderas de organizaciones sociales (Barrios de Pie, Aukache, Frente Transversal, FTV, Plátano) y también de municipios del conurbano. Muchos manifestantes llevaban carteles de Raúl Othacehé (Merlo), Daniel Di Sabatino (San Vicente), Darío Díaz Pérez (Lanús) y otros intendentes del conurbano.
Como en las marchas de la Resistencia de cada jueves, una parte de la gente expresó su apoyo al Gobierno caminando alrededor de la Pirámide. El gesto se profundizó cuando la multitud vio a Hebe de Bonafini, vestida con un poncho rojo, que marchaba junto a Sergio Schoklender y la cantautora Teresa Parodi. “No les vamos a dejar la Plaza a los fascistas, que no quieren otra cosa que hacer lo que ellos quieren. Estamos defendiendo la democracia y a este gobierno. ¡No pasarán!”, dijo Bonafini a PáginaI12. Quizá sin proponérselo, estaba citando las palabras de Dolores Ibárruri Gómez, la Pasionaria, en la defensa de Madrid en la Guerra Civil Española. Entre las figuras más conocidas que se habían acercado a dar su apoyo estaba el interventor del Comfer, Gabriel Mariotto; el legislador porteño Juan Cabandié y el titular de Fedecámaras, Rubén Manusovich. “Yo fui a Gualeguaychú el 11 de mayo a hablar con De Angeli. Me recibieron con una paliza. Ellos quieren un golpe de Estado, ya no tengo dudas”, dijo Manusovich a este diario.
Además de organizaciones sociales K, militantes del peronismo y miembros de la juventud kirchnerista, también se acercaron personas sin identificaciones partidarias, que llegaban solas o en familia. Eso sí, no eran la mayoría. Uno de ellos era Fernando Cassia, 33 años, ingeniero informático, que llevaba una pancarta dirigida a un destinatario poco frecuente. “No quiero un país sojero. ¡Dejen circular los alimentos! Señores de TN: yo también soy ‘la gente’”, decía el cartel.
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