Carlos Marriera, un joven tucumano de 21 años, falleció ayer después de que un farol lo golpeara en la cabeza en la Plaza de Mayo, antes de la manifestación convocada en apoyo al Gobierno. El accidente se produjo cuando la lámpara, una estructura de metal con una tulipa de vidrio de unos diez kilos de peso, se desprendió desde unos siete metros de altura, aparentemente por la tensión ejercida por un pasacalle. Eran cerca de las 11 y en la plaza sólo había unas pocas columnas, las primeras que iban llegando desde el interior del país.

El joven Marriera había llegado con la delegación de los municipales de Lules. Sergio Arroyo, un compañero que había viajado con él, contó que Marriera “iba caminando cuando se desprendió parte del reflector y le dio en la cabeza”. El muchacho fue trasladado en una ambulancia del SAME al Hospital Cosme Argerich, donde entró al quirófano para ser intervenido, pero falleció mientras era operado. Los médicos informaron que había sufrido un traumatismo grave de cráneo y que había llegado al hospital con pérdida de conocimiento.

A raíz de lo sucedido, los organizadores del acto solicitaron no colgar carteles de las columnas de alumbrado y personal policial inspeccionó los restantes faroles para evitar nuevos accidentes.

El trágico hecho generó una discusión sobre la responsabilidad del gobierno porteño. La administración de Mauricio Macri le echó la culpa del accidente al peso de los pasacalles que los manifestantes colgaron de los postes de la luz, “violando una ordenanza municipal”. Los legisladores de la oposición cuestionaron el argumento: “Hay carteles en toda la ciudad y frente al mismo despacho de Macri, que nunca se preocupó en sacarlos”.

El comunicado del macrismo fue una respuesta ante las críticas por la falta de mantenimiento de los faroles: “El accidente se produjo por la caída de una farola que sufría la sobrecarga de carteles partidarios colocados violando una ordenanza por la cual se prohíbe expresamente colgar elementos de las luminarias públicas”. El Ministerio de Ambiente y Espacio Público indicó que “se destacó un equipo técnico que verificó la infracción, que las luminarias de la plaza recibieron mucha presión de los pasacalles por el accionar del viento y que por ello se cayó la lámpara”.

Para el legislador ibarrista Eduardo Epszteyn, “pasacalles hay en todas las plazas de Buenos Aires y puntualmente en la Plaza de Mayo –frente al despacho de Macri y sus funcionarios– cada vez hay más. Jamás el gobierno tomó medidas. Siempre mantuvo una mirada indiferente: no efectuó inspecciones para controlar las cantidad de pasacalles que hay colgados ni le pidió colaboración a la policía para retirarlos”. El diputado presentó un pedido de informes sobre las instrucciones que recibe la empresa Mantelectric para realizar el mantenimiento del servicio, entre otros puntos.

El gobierno de Tucumán informó, por otra parte, que dispuso todo lo necesario para trasladar a su provincia el cuerpo del joven accidentado.