El río Uruguay seguirá sin ser dragado por la Argentina mientras continúe el conflicto con Botnia. Así lo confirmó ayer el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, en una reunión con la asamblea ambiental de Gualeguaychú.

La continuidad de la medida había sido solicitada por los vecinos como una estrategia para perjudicar la actividad comercial de la pastera, pero ha generado malestar en otras localidades entrerrianas, como la de Concepción del Uruguay, que ve limitado su propio puerto y afectada su actividad económica.

El no dragado del río viene de los inicios del conflicto, por una decisión del gobierno nacional. Por eso en el país vecino, cuando se construyó el puerto de ultramar que usa Botnia, la administración de Tabaré Vázquez debió costear sola los gastos del dragado.

En los últimos días, sin embargo, la municipalidad de Concepción del Uruguay, ubicada al norte de Gualeguaychú, hizo reclamos para que se retomara el dragado. El principal argumento es que la única afectada es la propia Concepción del Uruguay, ya que Botnia utiliza barcazas de poco calado para trasladar su producción desde Fray Bentos al puerto de ultramar. Ayer, al término del encuentro con el gobernador, el ambientalista Oscar Bargas sostuvo que con la medida no se pretende perjudicar al puerto de Concepción del Uruguay, sino que “es la única estrategia que hay”.