EL PAíS › MIGUEL SAIZ REPASO CON PAGINA/12 EL ESCENARIO PLANTEADO TRAS EL RECHAZO A LAS RETENCIONES
El gobernador de Río Negro reivindicó la Concertación con el kirchnerismo. Marcó así diferencias con el vicepresidente, de quien no descartó que regrese al radicalismo y se postule a la Presidencia. Dijo que no conversa con él desde el 20 junio.
› Por Sebastian Abrevaya y
Santiago Rodríguez
Miguel Saiz gobierna desde 2003 Río Negro, una provincia que está en manos de su partido, el radicalismo, desde la vuelta a la democracia. En el 2007, fue uno de los impulsores de la candidatura de Julio Cobos como vicepresidente de Cristina Fernández y ahora es el hombre que encabeza la pata radical de la Concertación, en su nueva versión tras la derrota en el Senado. En su oficina de la ciudad de Buenos Aires, con cuatro atados de cigarrillos sobre su escritorio –jura que por día sólo consume la mitad, aunque prende uno tras otro– recibió a PáginaI12 y admitió que la Concertación tuvo “el primer sismo”. El rionegrino relató que recién se enteró de la decisión de Cobos al verlo votar a las cuatro y media de la mañana y criticó a quienes presentaron distintos proyectos de retenciones móviles, pero finalmente votaron negativamente. “Las retenciones móviles, técnicamente, son perfectas”, sostuvo. Opinó sobre el Indec, el “doble comando” y dijo que Cobos podría ser candidato del radicalismo en el 2011.
–¿Qué balance hace de la derrota del oficialismo?
–La Concertación tuvo el primer sismo. Es un desafío nuevo, inédito en la Argentina y sabía que alguna curva, alguna piedrita, íbamos a encontrar en el camino, pero debo confesar que no esperaba que el primer tropiezo fuera tan pronto. Pensé que podíamos consolidarnos mucho más, aunque seguramente algún inconveniente iba a haber.
–¿Qué responsabilidad les cabe al Gobierno y a los radicales en la Concertación?
–Hubo muchos errores. Seguramente hubo un análisis de la realidad equivocado por ambas partes. Equivocado por parte del Gobierno, que no evaluó en la justa dimensión la continuidad de la unión de las cuatro entidades, durante tanto tiempo y tan consolidadas. Hubo también un error en no evaluar la transformación que ha tenido el afiliado a Federación Agraria. Hoy su componente no es el productor sino el “alquilador” del campo. También hubo errores de las organizaciones, que ahora se han dado cuenta de que la derogación de la 125 es peor que si se hubiera aprobado el proyecto oficialista en última instancia en el Senado.
–¿Hubo un intento de desestabilización?
–(Silencio.) A ver..., no sé si intento de desestabilización, pero sí estoy convencido de que en la Cámara de Senadores se debatió mucho más que la soja. Hubo un debate del modelo económico, hubo una intencionalidad de decirle al Gobierno “cuidado que hasta acá llegaste, buscá más consenso, democratizá, horizontalizá decisiones”. Y había, por supuesto, algunos que jugaban a algo más. A algunos la idea se les debe haber cruzado más de una vez un día. Yo fui el primero en Río Negro que dijo, el 12 o 13 de marzo, que las retenciones móviles técnicamente son perfectas. Se pueden discutir los porcentajes, pero como instrumento son perfectas. Si sube, sube; y si baja, baja. Hay que entender lo que es el avance de la soja pero tampoco hay que demonizarla. Hay que buscar los mecanismos que permitan equilibrar la utilidad o la rentabilidad. Las cosas se fueron encaprichando y los diálogos no eran sinceros. Se avanzaba y se retrocedía.
–Gustavo López dijo que faltó debate anterior del radicalismo concertador porque ante la primera decisión trascendente el bloque votó partido. El vice por un lado, los gobernadores por otro. ¿Comparte esa visión?
–Ese debate no se dio en conjunto. Mi responsabilidad como gobernador de la provincia es trabajar para todos los rionegrinos y hacer llegar mi visión en un tema determinado a los ámbitos nacionales pero tampoco tengo que decir “o me la aceptan o me voy”. Algunos votos estuvieron hechos para el pago chico y no para el país. Si sos legislador, tenés todo el derecho de plantear tu propio proyecto. Pero si tu proyecto no es apoyado por la mayoría, tenés que decidir por el más cercano al tuyo. Votar a favor en general y después en cada artículo decidir si votar a favor o en contra.
–¿Lo dice por Pablo Verani, el senador por Río Negro?
–No. Estoy hablando de Verani, de (Felipe) Solá, de (Carlos) Reutemann, de (Daniel) Katz. Hablo de todos los proyectos que partían de la base de retenciones móviles. Lo que pasó es que algunos se fueron de boca al principio y otros votaron más para el pago chico.
–¿Eso le cabe también a Cobos, que dijo estar de acuerdo con las retenciones?
–(Levanta las cejas y mira para arriba.) Les cabe a todos los que plantearon las retenciones móviles y después votaron en general que no.
–¿Lo sorprendió el voto de Cobos?
–Sí. Mi última charla con Julio había sido el 20 de junio por la convocatoria a los gobernadores. Me quedé hasta las cuatro y media de la mañana para ver qué iba a votar. No lo sabía.
–¿Se sintió traicionado?
–No, pero hay una responsabilidad institucional. Puedo aceptar que su convicción o su conciencia lo lleven a votar en determinado sentido u otro, lo que también hay que juzgar es el lugar de las instituciones que se representan.
–¿Debió o debe renunciar?
–La experiencia de la renuncia de los vicepresidentes en la Argentina es bastante traumática. Hay que tener en claro que él forma parte del Ejecutivo.
–¿A esta altura Cobos forma parte de la coalición de gobierno?
–Creo que sí. Hasta ahora no le he escuchado ninguna declaración diciendo que se va de la Concertación.
–Pero sus acciones no parecen ir en ese sentido.
–Ahí ya entramos de nuevo en las responsabilidades personales.
–¿Habló con él después de la votación?
–Lo llamé el día que se iba a Mendoza y quedamos en juntarnos a conversar la semana siguiente. Después lo pasamos para la otra y nunca se concretó. Se publicó que yo no le contestaba los mensajes de texto. El único mensaje de texto que recibí de Cobos fue comunicándome su nuevo celular, hace una semana y media.
–Hay quienes afirman que los diputados de Río Negro negociaron el Plan Frutícola Integral a cambio del voto a favor del Gobierno.
–Exactamente 22 días antes de la votación en Diputados en el salón de la Casa de Gobierno de Río Negro tuvimos una reunión con la Federación de Sociedades Rurales provincial y la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén. Se comunicó que se le había entregado a Javier De Urquiza, entonces secretario de Agricultura, el Plan Frutícola Integral en el cual se venía trabajando hace casi dos años. Después De Urquiza nos expresó que ese proyecto cumplía los objetivos que tenía el Gobierno de apoyar a los pequeños y medianos productores y hasta nos preguntó si lo podía hacer extensivo a Mendoza y San Juan.
–En el acto del jueves con la Presidenta estuvo usted y no Cobos.
–En realidad muy pocas veces viajaron juntos presidente y vice. Además, mi presencia en Mendoza fue porque Río Negro es uno de los integrantes del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco).
–¿Qué valoración hace del rol de Néstor Kirchner?
–Estaba convencido de que podía haber hasta un golpe institucional.
–¿Qué piensa del llamado doble comando?
–Los períodos de transición son absolutamente difíciles, son difíciles entre dos autoridades que no tienen vínculo marital de por medio. Seguramente en la intimidad de Olivos deben charlar algunos temitas de la política pero no podemos minimizar la personalidad de la Presidenta.
–¿Qué haría usted con el Indec?
–Hay que devolverle la credibilidad. Una manera es llamar notables. Ahora estos notables dejan de serlo cuando la sociedad ve algún numerito que no le gusta.
–Para usted no pasa tanto por la figura de Guillermo Moreno entonces.
–No. Pero el primer tema de la agenda tiene que ser la inflación, pero hay que combatir antes la sensación de inflación que la inflación real.
–¿En qué proyecto político se imagina en el 2011?
–En el radicalismo en la Concertación con estos o con otros. No hay hoy un país que pueda ser conducido por una sola fuerza política.
–¿Y dónde piensa que va a estar Cobos?
–Creo que en el radicalismo también.
–¿Podría ser candidato en el 2011?
–Puede llegar a serlo frente a esta orfandad que hay. En un marco de vuelta al radicalismo del disenso, del debate y del respeto de las opiniones, Cobos es una alternativa.
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