EL PAíS › DEFENDIO BUSH EL PLAN DE RESCATE FINANCIERO
El presidente de Estados Unidos justificó el programa de fuerte intervencionismo por la dimensión del conflicto. Críticas del Nobel Joseph Stiglitz. “La crisis recién empieza.”
“El plan es grande porque el problema es grande”, reconoció ayer George Bush en la presentación del paquete de rescate para los bancos afectados por la crisis hipotecaria. “Les diré a nuestros ciudadanos y seguiré recordándoles que el riesgo de no hacer nada es mucho mayor que el riesgo de este paquete. Y a la larga, recuperaremos mucho dinero”, prometió en su declaración a los estadounidenses, quienes no dejan de recordarle que su administración permitió que se llegara a esta situación. De acuerdo con estimaciones que ayer oficializó la Casa Blanca, el rescate tendría un piso de 700.000 millones de dólares. Distintos legisladores estiraron la cifra a 1 billón de dólares (el PIB argentino terminará este año en torno de 335.000 millones de dólares). En Buenos Aires, el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, pidió a los argentinos que “creamos en nuestras fortalezas” y señaló que hay datos objetivos que permiten descartar cualquier “escenario de catástrofe”. De hecho, el país está más desconectado que nunca de la crisis internacional por haberse aislado de la globalización financiera.
Bush admitió ayer que inicialmente se resistía a realizar una intervención masiva en los mercados –que ahora muchos le reprochan–, pero que tuvo que cambiar cuando la escala de la crisis se hizo evidente. “Mi primer instinto fue dejar actuar al mercado, hasta que me di cuenta, tras ser informado por expertos, de lo importante que se había vuelto el problema. Entonces decidí intervenir e intervenir audazmente”, se atrevió a decir. También sostuvo que trabajará “rápidamente con los legisladores” para tener listo el proyecto de ley de rescate cuanto antes.
Joseph Stiglitz, Nobel de Economía, cuestionó el plan. “Este es sólo el principio de la crisis”, evaluó ayer. Advirtió que el rescate a los bancos no soluciona el problema de los ciudadanos estadounidenses que perderán sus viviendas y se verán sometidos a una recesión. “Hemos aprendido que no se puede dejar a los bancos de inversión regularse a sí mismos. No se puede dejar a la Reserva Federal, que está aliada estrechamente con los banqueros, a cargo de toda la regulación del sistema financiero. Se suponía que la Reserva retiraba el ponche cuando la fiesta se volvía escandalosa, pero en su lugar echó más alcohol”, cuestionó. También dijo que la situación es mucho peor de lo que se imagina. “Incluso gigantes industriales pueden afrontar ahora problemas de liquidez. Los inconvenientes son muy graves. Es lógico que ocurra tras ocho años de mala gestión económica”, interpretó.
Bush, en tanto, sostuvo que “el gobierno necesitaba enviar una clara señal de que entendimos que la inestabilidad puede dispersar tensión y afectar a los trabajadores y la familia promedio, y no íbamos a dejar que eso ocurriera”. Los líderes demócratas del Congreso señalaron que están listos para una rápida acción, pero expresaron preocupación sobre las garantías de los contribuyentes y los propietarios. “Este es un buen fundamento para un plan que pueda estabilizar mercados rápidamente”, juzgó el senador por Nueva York Charles Schumer. “Pero no incluye una protección visible para los contribuyentes o los propietarios. Esperamos poder hablar con el (Departamento del) Tesoro para ver esto, si algo tienen en mente en estas dos áreas”, completó.
El plan del gobierno permitiría aumentar el límite de la deuda pública a 11,3 billones de dólares, y otorgar al secretario del Tesoro, Henry Paulson, la autoridad de comprar, vender y mantener hipotecas residenciales y comerciales, así como garantías basadas en esas hipotecas. La autoridad extraordinaria expiraría en dos años, pero permitiría al gobierno mantener los activos adquiridos por el tiempo que el secretario del Tesoro estime necesario, según trascendió del proyecto. La propuesta insta a la compra de activos sólo de firmas estadounidenses y brinda al Departamento del Tesoro inmunidad legal contra demandas.
No quedó claro cómo gestionaría el gobierno los activos adquiridos. Pero Paulson tendría la autoridad de volcarse a instituciones financieras privadas para ejecutar la operación o crear otras instancias para adquirir activos hipotecarios y emitir deuda.
Ayer en Nueva York, un tribunal de quiebras aprobó la venta de activos clave del caído banco de inversiones Lehman Brothers a su competidor británico Barclays. Esta última entidad comprará las unidades de banca y comercio de Lehmnan, que emplean a unas 9000 personas en Estados Unidos, y un rascacielos que la firma en bancarrota ocupaba en Manhattan. La compra también involucra las filiales de Lehman Brothers en Argentina, Uruguay y Canadá.
“Creamos en nuestras fortalezas, mucho de la economía es expectativa, en la medida en que uno crea sobre la base de datos concretos como tiene la Argentina, el país puede llegar a salir muy bien” de esta coyuntura, señaló aquí Lorenzino, en otro gesto del gobierno para mostrar la desvinculación con la crisis internacional. “Argentina hoy está en una posición robusta. Uno puede ver una desaceleración del crecimiento, pero eso no implica que Argentina vaya a entrar en un escenario de catástrofe, porque en la medida en que el mundo siga con economías dinámicas seguirán importando nuestras mercaderías, seguirá el superávit comercial, sumado a una actitud responsable desde lo fiscal”, aseveró.
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