En el juicio de Miami vinculado con la valija de los 800 mil dólares, el empresario venezolano Carlos Kauffmann comprometió ayer a su ex socio Franklin Durán al señalar que juntos pagaron sobornos y cobraron comisiones a funcionarios del gobierno de Hugo Chávez. Esta declaración se realizó sin la presencia del jurado e intenta rebatir la hipótesis de la defensa acerca de que el FBI y Guido Antonini Wilson indujeron a Durán a mezclarse con “el caso del maletín”.

Durán es el único acusado que está siendo juzgado en Miami, donde está acusado de actuar como agente de inteligencia venezolano sin registrarse. Los cargos se realizaron en base a las grabaciones a las que se prestó Guido Antonini Wilson en acuerdo con el FBI luego de que en la Argentina se le abriera una causa por la valija con los 800 mil dólares. En Miami, Antonini no sólo negó que la plata fuera suya, como había dicho en Buenos Aires, sino que señaló que el maletín era del ex funcionario Claudio Uberti y que su contenido estaba destinado a la campaña de Cristina Kirchner.

El abogado de la defensa, Ed Shohat, alega que Durán fue inducido por el FBI y el gobierno estadounidense a involucrarse con el escándalo del maletín. En esta “coerción” está incluido Antonini, ya que, según su ex socio, buscaba meterlo en la cárcel para quedarse con sus empresas. Esto es lo que dirá Shohat durante su cierre ya que la magistrada lo autorizó a presentar este escenario ante el jurado.

Para rebatirlo, el fiscal Tom Mulvihill solicitó que la jueza le deje alegar que Durán tiene antecedentes delictivos y para eso citó a su ex socio. La defensa se opuso a este testimonio, pero Lenard decidió escucharlo.

Kauffmann es uno de los ex amigos de Antonini que se declaró culpable del espionaje. Ayer, al declarar ente la jueza dijo que él y Durán creían que si lograban encubrir el caso de la valija iban a “recibir grandes contratos, grandes sumas de dinero”. Además, afirmó que juntos ya habían pagado sobornos a la Guardia Nacional de Venezuela, a los ministerios de Finanzas y Educación y a las gobernaciones de los estados de Cojedes y Vargas para poder mantener sus negocios. Ejemplificó que para la Guardia Nacional manejaron el dinero del presupuesto entre 1998 y el 2001, que los colocaban en bancos y se quedaban con un 10 por ciento –la mitad para cada uno– como parte de sus honorarios. Aseguró también, que entre 2000 y 2008 recibieron unos 30 millones de dólares por negocios de construcción con el estado de Vargas y pagaron el 10 por ciento como sobornos a dos funcionarios de ese estado.

La semana próxima se escucharán en Miami los alegatos de la defensa y la fiscalía y luego se sabrá si el jurado decide condenar a Durán por el cargo de espionaje.