Hacía tiempo que el Comité Nacional de la UCR no lucía tan convulsionado como ayer, cuando en el tercer piso del edificio de la calle Alsina la Mesa Nacional de la Coalición Cívica, con Elisa Carrió a la cabeza, selló con la conducción radical un acuerdo electoral para el 2009. “Iniciamos un diálogo institucional con mecanismos de acción común entre los bloques parlamentarios, bajo los principios de la ética, la república y la justicia social”, dijo el titular de la UCR, Gerardo Morales. “Tenemos la más firme voluntad de construir una alternativa de gobierno, sobre una base programática y una vocación de poder en la Argentina”, completó Carrió. Ambos confirmaron que se reunirán con el presidente del Partido Socialista, Rubén Giustiniani. Y descartaron sumar al vicepresidente Julio Cobos a ese frente.

La Coalición Cívica y la UCR hace rato que coinciden en votar en contra de las iniciativas que presenta el kirchnerismo en el Congreso. Más allá de la afinidad parlamentaria, quienes desde hace casi un año mantienen conversaciones para concretar este acuerdo fueron, por el radicalismo, el titular del partido en Córdoba, Mario Negri, y el ex camarista Ricardo Gil Lavedra –ambos de buena relación con Carrió–. Y, por la CC, el legislador porteño Enrique Olivera, uno de los pocos que mantienen la afiliación radical, pese a militar en otro espacio.

En la cabecera de la mesa ayer se sentaron Morales y Carrió. A sus lados se fueron intercalando los dirigentes de cada fuerza. De la CC estaban los presidentes de los bloques parlamentarios, Adrián Pérez, de Diputados, y María Eugenia Esten-ssoro, del Senado, la bonaerense Margarita Stolbizer, la diputada Patricia Bullrich, la titular del ARI, Elsa Quiroz, y también Olivera. Del radicalismo asistieron también los titulares de las bancadas legislativas: el diputado Oscar Aguad y el senador Ernesto Sanz; el presidente del Comité bonaerense, Daniel Salvador, Negri y Gil Lavedra.

Elisa Carrió aseguró que el encuentro era una consecuencia del llamado al diálogo opositor que hizo Raúl Alfonsín, en su acto homenaje en el Luna Park. Pero, al margen de las declaraciones, los dos protagonistas del anuncio de ayer consiguieron llevar agua para sus propios molinos. Por un lado, Carrió evitó quedarse afuera del arreglo que hicieron hace unos meses la UCR y el socialismo para armar un frente de cara a las elecciones de 2009. Por el otro, Morales consiguió ponerles un freno a los dirigentes radicales que pugnaban por acercar el partido a las manos de Cobos.

“Yo no hablo del Gobierno”, se limitó a decir Carrió, ante una pregunta por la incorporación del vicepresidente. “Cuando termine su mandato, las autoridades del partido verán. Pero eso tiene que ver con el futuro del radicalismo”, dijo Morales y remarcó que la UCR hace acuerdos con partidos, no con dirigentes. Ante la consulta por los límites del frente, Carrió recurrió al cuarto punto de la declaración que firmaron y lo leyó en tono irónico: “Decidimos ampliar el espectro de la unidad de la oposición bajo los principios de la ética, la república y la justicia social”. Dio a entender que el PRO y otros sectores del PJ no kirchnerista, como el duhaldismo, están al margen del frente opositor.

Los presentes afirmaron que no se habló aún de candidaturas, que es prematuro anticipar las listas. Sin embargo, la estrategia será que encabece en cada distrito la fuerza que tenga al referente mejor posicionado. Con esa premisa, Alfonso Prat Gay y Stolbizer son números puestos de la CC en Capital y en provincia de Buenos Aires. Acompañando por la UCR podrían ir Gil Lavedra y Ricardo Alfonsín, respectivamente. De todas maneras, la propia Stolbizer advirtió que su distrito es “muy complejo” y denunció que el bloque radical bonaerense “es claramente funcional al gobierno de Daniel Scioli”. En su momento, la dirigente de la CC se fue de la UCR por su enfrentamiento con Leopoldo Moreau y Federico Storani, todavía al mando de la estructura provincial.

En Córdoba, en cambio, la candidatura a senador de Luis Juez lleva la bendición de Carrió, mientras que Negri podría encabezar como diputado. En Santa Fe se mantendrá el Frente Cívico y Social que lidera el socialismo, y en Mendoza Sanz tendría la aprobación para renovar su banca de senador.

Varias veces los dirigentes intentaron diferenciarse de la fallida experiencia de la Alianza. “Esto no se hizo en un programa de TV –dijo Carrió–, está basado en la amistad política y la confianza de dirigentes que se conocen hace 30 años.”