Elisa Carrió rebotó en uno de sus coqueteos más publicitados del verano: hizo como que le tendía una mano a Mauricio Macri y el jefe de Gobierno porteño la ninguneó. Indiferente a las palabras de la líder de la Coalición Cívica, quien habló de un eventual acuerdo nacional con el PRO, Macri afirmó: “No conozco a Carrió, nunca la vi gestionar, no sé cómo es gobernando. Yo estoy dispuesto a hablar con cualquiera para debatir una propuesta seria”. Y ante el rechazo, la chaqueña confesó que “era la respuesta que necesitaba”. El episodio marcó una divisoria de aguas y terminó por consolidar el escenario que empezó a bosquejarse esta misma semana a partir del avance de sus conversaciones con Felipe Solá: con miras a las próximas legislativas, en la oposición se perfilan un frente de macristas y peronistas disidentes y otro que reúne a las distintas versiones del radicalismo con los socialistas.

Macri rechazó la posibilidad de asociarse a Carrió después de que la líder de la Coalición Cívica dijera que no descartaba realizar una alianza con el PRO. “Nosotros lo vamos a evaluar, lo que nunca va a haber es un acuerdo con (Eduardo) Duhalde”, explicó en concreto la chaqueña e, incluso, se mostró dispuesta a reunirse a hablar del tema con el propio jefe de Gobierno. “Nosotros hemos hecho el doble esfuerzo por unir el radicalismo, el socialismo, y creo también que eso puede significar un avance. Ya se verá, todavía falta mucho”, completó Carrió, tras señalar que “la oposición se está uniendo en todos los lugares”.

A juzgar por la reacción de Macri, la reunión entre ambos no se producirá. “Yo no puedo proponerle al espacio que lidero, más a todos los votantes, hacer alianzas con alguien que no conozco. A Carrió la escucho en los medios, no la he visto gobernar por lo que no sé cómo reaccionaria en la gestión”, respondió el empresario devenido en político.

Macri no se quedó ahí, sino que además culpó a Carrió de que nunca haya existido conversación alguna entre ambos. “Hasta ahora –se quejó– no se ha podido dialogar con ella por su intransigencia.” Después le devolvió gentilezas: del mismo modo que la líder de la Coalición Cívica elogia a Gabriela Michetti y otros dirigentes de PRO con el deliberado propósito de sembrar cizaña, aseveró que “su partido tiene gente valiosa”.

Carrió acusó recibo de la réplica de Macri y esgrimió una nueva postura: “Me conoce y me tiene miedo”. La líder de la Coalición Cívica admitió que “con esta respuesta es imposible” concertar un encuentro entre ambos y trató de sacar rédito. “Yo tengo el deber de unir a la Argentina y los que se excluyen es porque ellos quieren”, argumentó.

Quien recibió un trato mucho mejor de parte de Macri fue Felipe Solá, con quien el jefe de Gobierno porteño admitió tener voluntad de buscar un acuerdo electoral. “Vamos a seguir avanzando y creo que estamos en el comienzo de un buen y respetuoso diálogo”, explicó el ex presidente de Boca acerca de las negociaciones que mantiene con el diputado peronista disidente con el propósito de armar, en principio, una lista conjunta de candidatos a diputados en la provincia de Buenos Aires. La idea de los macristas es sumar también al acuerdo al empresario Francisco de Narváez, lo que terminaría de redondear uno de los dos conglomerados opositores que parecen perfilarse para las próximas elecciones.