EL PAíS
› PROYECTOS DE INVESTIGACION EN ESCUELAS
Ciencia por chicos
Más de 450 alumnos de escuelas de todo el país mostraron sus inventos e investigaciones en la Feria Nacional de Ciencia y Tecnología. Un proyecto de ecología y otro de mecánica encabezaron los premios.
“¿Quiere que le cuente de qué se trata?”, preguntan los alumnos a todo el que se detiene por un segundo a mirar los stands en los que los más de 450 chicos de entre 10 y 18 años mostraron orgullosos sus inventos e investigaciones. En la Feria Nacional de Ciencia y Tecnología, que ayer finalizó en la ciudad de Ushuauaia, abundaron los proyectos sobre pobreza y medio ambiente. Si bien la feria se realiza todos los años, esta vez la crisis la había puesto en peligro. Pero el Ministerio de Educación de la Nación decidió utilizar los aviones de la Fuerza Aérea para trasladar en siete vuelos más de 600 docentes, alumnos y evaluadores de todo el país hasta la ciudad más austral. La mayoría de los alumnos nunca había viajado en avión y ninguno, excepto los lugareños, conocía Ushuauaia.
De los diez proyectos premiados, que el año que viene serán exhibidos en la Feria Internacional de Ciencia en Ohio, Estados Unidos, el que se llevó el puntaje máximo fue “La trama verde de Azul”, del Instituto San Cayetano de Azul, provincia de Buenos Aires. Sus autoras, Cristina Dalla Valle y Casiana Battista, estudiaron el arbolado urbano en la ciudad de Azul. El segundo premio se lo llevó “Tracción de materiales II”, de la escuela de Educación Técnica N 1, también de la provincia de Buenos Aires. En este proyecto se construyó una máquina para ensayos de tracción, que mide la relación que hay entre las cargas y las deformaciones que se le aplican a un material. Por último, el tercer premio se lo llevó “Motricom II” del EPET N 6 de La Pampa por un diseño de un dispositivo para que aquellas personas cuya única capacidad es mover su cabeza y ojos, alcancen el máximo grado de independencia para comunicarse y moverse.
“Hace mucho frío”, cuenta Sebastián Tapia quien junto a su compañero Juan Franco Romero viene de sufrir 40 grados en La Guardia, Catamarca. Su proyecto muestra cómo se puede elaborar vinagre de la planta tuna. Clemira Sánchez, la maestra que los acompañó, contó a Página/12 que su objetivo como docente “es demostrar que los alumnos de un pueblo tan pobre, con chicos de muy escasos recursos son capaces de defender un trabajo, desenvolverse en un ámbito departamental, provincial, y nacional”.
Los proyectos de investigación sobre pobreza fueron las estrellas de la feria. Nicolás Di Pietro y Jonathan Cancinos están en séptimo año de la escuela 4020 de la ciudad de Salta y su hipótesis afirma que “las limitaciones de la calidad de vida del niño tienen un impacto directo en su crecimiento y en la clase de persona que sea en la adultez”, relata Nicolás cuyos enormes ojos negros se abren para darle importancia a su proyecto. Las quinceañeras Ivana Fernández y Gabriela Tomás también se dedicaron a investigar cómo se puede erradicar el hambre en su provincia. “Formosa tiene tierra rica que no se la sabe aprovechar por falta de conocimiento”, explica Ivana y asegura que su objetivo no es ganar sino “difundir técnicas de producción de alimentos”.
En su mayoría, los chicos elegían resolver problemas que tuvieran relación directa con las necesidades de su comunidad. De los 45 stands dedicados a las ciencias naturales, los proyectos sobre alimentos transgénicos, plantas rápidas, combustibles alternos y cómo hacer almidón de la mandioca en Misiones fueron los más visitados. De los 35 stands sobre tecnología, el transporte de cargas electromagnéticas, la reutilización del agua, la búsqueda de teclados más rápidos y el recurso del biogas en Mendoza fueron los más exitosos. En tanto, las investigaciones sobre “El trueque como alternativa complementaria y estilo de convivencia”, “La comunicación entre padres e hijos adolescentes en la zona rural”, “¿Cómo ve la gente a la dirigencia política hoy?” y la historia de la guerra de Malvinas fueron las ideas más llamativas del área de ciencias sociales. Dentro de las ciencias fácticas, la matemática en los videos juegos atraía la atención de los más chicos. Pero los adultos quedaban atrapados con el stand en el que Silvana Aquino de 16 añosexplicaba cómo Mozart utilizó la fórmula matemática del llamado número de Oro para componer sus sonatas.
Las formoseñas Marinés Martín y Ximena Niederhauser tienen 18 años y no conocían Ushuauaia. Su proyecto se llama “Cuerdos de remate” y versa sobre “el concepto que la sociedad tiene de los locos: la división entre locos adentro y sanos afuera”. Diego Dutra, de 12 años y Oscar Giménez, de 14, llevaron instrumentos y un pequeño grabador porque están interesados en “mostrar cómo los misioneros no se preocupan por la cultura y la música de los aborígenes”. La maqueta de las Torres Gemelas de Nueva York llama la atención de los visitantes. “Analizamos la fotografía de prensa como estrategia mediática constructora de la distinción entre el bien y el mal a partir del atentado”, explica Rocío Andía, una alumna de 18 años que cursa en la Escuela Media 6 de Olavarría especializada en comunicación de la provincia de Buenos Aires.
José Jiménez tiene 12 años, es de La Cocha, al sur de Tucumán, y está cansado de contar su fórmula sobre crianza casera de gallinas. Es que en la feria corrió el rumor de su locuaz explicación sobre “la posible solución al hambre en Argentina” y todos lo visitaron. “Estoy contento porque nunca viajé en avión”, dice.
Informe: Gimena Fuertes