Carlos “Tyson” Fernández, uno de los piqueteros acusados de impedir el paso de una mujer enferma por la Ruta Nacional 34, en Tartagal, fue detenido por abandono de persona seguido de muerte. La Justicia libró además otra orden de captura contra un segundo desocupado, de apellido Nieto, bajo los mismos cargos. Fernández fue trasladado a la capital salteña para ser indagado por el juez federal Abel Cornejo. Allí insistió en que la protesta dejó abiertos caminos alternativos al tránsito.
La mujer fallecida, Nicolasa Jaime, de 63 años, sufrió el martes un pico de presión en una zona rural y fue transportada de urgencia en una camioneta a Tartagal. Ocho kilómetros antes de llegar a la ciudad, un grupo de desocupados que mantenía cortada la ruta le impidió pasar y luego de dos horas de espera la mujer debió ser trasladada a la ciudad de Orán, a 150 kilómetros del piquete. Poco después, murió de un paro cardíaco. Los familiares de la enferma realizaron denuncias por “homicidio culposo” en el Escuadrón 52 de Gendarmería Nacional en Tartagal, como en la Comisaría 42. Fernández fue detenido ayer a las 10.15 en la plaza de Tartagal. Alcanzó a mantener un diálogo con la prensa cuando era trasladado al interior del juzgado. Dijo que no se sentía responsable por la muerte y que por el piquete “podían pasar ambulancias”. Con el corte, los desocupados reclamaban el 50% de los puestos de trabajo que se generará por la construcción de un gasoducto. El conflicto surgió cuando en General Mosconi anunciaron que esperaban quedarse con el 90 por ciento de las vacantes.