EL PAíS
› ELISA CARRIO Y ESTELA CARLOTTO EN UN ACTO POR LA PAZ
“Un nuevo contrato de ciudadanía”
La violencia como rasgo de identidad y la poca tradición democrática fueron debatidas por la presidenta de Abuelas y la diputada.
› Por Luis Bruschtein
“La paz es una herramienta formidable para construir un país, es la base para un nuevo contrato de ciudadanía porque es el compromiso por la verdad y la justicia y aquí, la verdad y la justicia pasan indefectiblemente por la nulidad de las leyes de la impunidad”, afirmó ayer Elisa Carrió. El acto, convocado por la juventud del ARI, fue también un homenaje a las Abuelas de Plaza de Mayo cuya presidenta, Estela de Carlotto, exhortó a “sacarnos los partidismos y las diferencias y dejarnos sólo la piel de argentinos, porque sólo así venceremos a los corruptos y los asesinos”.
No fue un acto de campaña, pese a que Estela Carlotto compartió la mesa con la diputada candidata del ARI. Hubo una sola mención a la actualidad política cuando Carrió agradeció el legado de perseverancia y valentía de las Madres y Abuelas. “Imagínense el valor que tiene en un contexto donde en medio de una crisis, a uno le agarra colitis, el otro se va del país y así” disparó la diputada.
El acto se efectuó en el Teatro de la Otra Orilla, en el Once, convocado por la Casa de la Militancia, de la Juventud del ARI, con las consignas “Por la paz, por la identidad y por una nueva Argentina”. Carrió hizo esfuerzos por no usar citas bíblicas, aunque alguna se le escapó: “todos me aconsejan que no cite tanto a la Biblia –explicó–, a lo sumo, me dijeron, puedo citar a otros intelectuales progresistas como José Pablo Feinmann, que sí las hacen”.
De todos modos citó al profeta Isaías cuando se refirió a la paz: “solamente una sociedad que se compromete con perseverancia por la verdad y la justicia, puede alcanzar la paz”, insistió. “Esa es la base de un nuevo contrato de ciudadanía –señaló–, es lo que permitirá construir un nuevo país con derechos humanos, sin corrupción y con distribución equitativa de sus riquezas”.
Al hablar sobre la identidad, Carrió subrayó que “quizás debamos asumir que nuestro rasgo más brutal como sociedad es la violencia y lo peor es que la mayoría se niega a verlo. Yo me incluyo en esa mayoría porque creo que la única forma de cambiar es reconocernos, saber quiénes somos, para superarnos, porque como sociedad no salimos de la dictadura a la democracia, salimos de la dictadura a Malvinas y una plaza que reclamaba por los derechos humanos se trastocó en una plaza de Malvinas”.
La diputada se preguntó qué hubiera sido de Alemania después de la Segunda Guerra si no hubiera renunciado a cualquier forma de violencia. “La única forma de avanzar es reconocernos y aceptar lo que somos, para renunciar a lo negativo y liberarnos. De otra manera, se avanza y retrocede en forma espasmódica como nos pasa a los argentinos”, señaló.
“Nuestra sociedad no tiene cultura democrática –expresó Carlotto– si tenemos en cuenta los golpes militares que se produjeron desde el año ‘30. Yo también, como persona, como generación, me hago responsable por esos golpes de Estado, como el de 1955, donde hubo muertos por bombardeos y tanta gente fusilada. Ese año nació Laura, mi hija, que finalmente fue víctima de otra dictadura. Si hubiéramos reaccionado como sociedad frente a esa violencia, frente a esos golpes, no hubiera habido golpe en 1976”.
La presidenta de Abuelas recordó que cuando comenzaron era un grupo de mujeres “muy diferentes, pero estábamos juntas porque teníamos un mismo objetivo”. Relató que tras el reciente atentado contra su vida, hubo dos momentos: “Uno en el que muchísima gente de muy distintas condiciones sociales, culturales y religiosos me hicieron llegar su solidaridad, y el otro fue cuando me preguntaron si tenía miedo y me di cuenta de que no tenía miedo. Entonces me planteé: ya que estamos aquí todos juntos, distintos, pero juntos, sigamos así para cambiar a la Argentina, así se hizo la marcha en La Plata con muchísima gente, pero no basta, hay que seguir así, distintos, pero juntos”.