“La convocatoria a elecciones para el 28 de junio no es ni una muestra de fortaleza ni de debilidad. Es una muestra de racionalidad y valentía de la compañera Cristina para con el país.” En medio de un fervor que hacía mucho que no se veía en un acto del oficialismo, el ex presidente Néstor Kirchner dedicó buena parte de su discurso en La Plata a defender el proyecto de adelantar las elecciones. Fue su primera aparición pública tras el anuncio de la Presidenta del proyecto del Gobierno para realizar los comicios el 28 de junio. Por esa razón llegó a especularse con que el acto de ayer en el club Atenas de La Plata podría convertirse, en los hechos, en el lanzamiento definitivo de la candidatura de Kirchner. El titular del PJ no les dio el gusto a esos rumores, pero se movió como un candidato lanzado a la batalla. “El pueblo debe decidir entre consolidar la gobernabilidad, un modelo, o aquellos que creen que pueden dar marcha atrás. Es muy fácil boicotear todos los días pero es difícil gobernar para hacer grande la patria”, desafió.

El escenario estaba dispuesto para que Kirchner tuviera una recepción con fervor y épicas garantizados. Las dos gradas del club Atenas estaban ocupadas por las barras del municipio de Quilmes, que respondía al intendente Francisco “Barba” Gutiérrez, y por jóvenes del Movimiento Evita y el Movimiento de Unidad Popular (MUP), dos organizaciones de peso en La Plata. Las barras acompañaron todo el acto con consignas conocidas y otras improvisadas al paso. Algunas rememoraban los ’70, otras aludían indirectamente a la tensión del Gobierno con los grupos concentrados de la comunicación. Kirchner escuchó lo que cantaban en las gradas pero, a diferencia de otras veces, no se sumó a los cantitos ni hizo gesto alguno que revelara aceptación o rechazo. En suma, dejó hacer.

El acto comenzó con unas palabras del intendente anfitrión, Pablo Bruera. “Tenemos que sostener el proyecto nacional, popular y revolucionario que encabeza nuestra Presidenta. O seguimos hacia adelante o volvemos al año 2001”, arengó. Después llegó el turno del gobernador Daniel Scioli, quien empezó su discurso con un “querido Néstor”. Scioli comparó la crisis de 2001-2003 con el terremoto global que ya está afectando la economía real de la Argentina. Entre todos los dirigentes que poblaban el escenario se pudo ver a su hermano, José “Pepe” Scioli, secretario general de la gobernación. Tal como informó Página/12 hace dos semanas, el hermano del gobernador será uno de los acompañantes de Kirchner en la lista de diputados nacionales del Frente para la Victoria.

Cuando llegó el momento de su discurso, Kirchner hizo silencio y se tocó el corazón mientras desde las tribunas cantaban los cantitos de la JP. “Cuando los escucho a ustedes me acuerdo de otras voces, de otros compañeros que no están”, dijo. Enseguida contó que en ese gimnasio cerrado del club Atenas había estado a fines de 1972, en uno de los primeros actos en respaldo a la candidatura de Héctor Cámpora. Algunos de sus compañeros de entonces están desaparecidos, como Juan Carlos “Rata” Conocchiari y Carlos Labolita, cuya historia se cuenta en el libro Setentistas, de Boyanovsky y Amato. Otros están vivos y ayer estaban en el palco, detrás de él: los diputados Carlos “Cuto” Moreno y Carlos Kunkel. El discurso de Kirchner siguió con el saludo de la Presidenta. Luego llegó una crítica al tratamiento que le dieron la mayoría de los medios a la decisión de adelantar las elecciones en Catamarca y Capital Federal. “Algunos adelantan una elección en una provincia o en la ciudad y consideran que es saludable para la democracia, pero la Presidenta adelanta y es un acto antidemocrático. ¿En qué país vivimos?”

Aunque habló de “la alianza residual” como una referencia elíptica a la Coalición Cívica y la UCR, Kirchner volvió a elegir como principal adversario a Mauricio Macri. Primero lo llamó con sorna “intendente”, luego lo cuestionó por su rechazo al adelantamiento de las elecciones. “Usted convocó al 28 de junio. Nosotros seguimos la fecha que usted puso y ahora vota en contra. Me cuesta mucho entenderlo”, se despachó. Al responderle a Macri no ahorró ironías. “La misma fuerza política que adelanta las elecciones en la Capital ahora votará en contra para hacerlo a nivel nacional. ¿Por qué tienen miedo? Eso no es muy PRO”, ironizó. Tampoco faltaron las críticas a los legisladores del peronismo disidente, como Francisco de Narváez y Chiche Duhalde, que se habían mostrado a favor del adelantamiento y luego se echaron atrás. “¿Esas son sus convicciones? Cuando uno tiene una convicción, ¡las pone y juega, viejo!”, exhortó.