Sáb 21.03.2009

EL PAíS  › PARA EL GOBIERNO EL LOCKOUT ES “UNA BURLA” A LOS ACUERDOS ALCANZADOS CON LOS DIRIGENTES AGROPECUARIOS

A pesar del enojo, el diálogo continúa

“El Gobierno hizo un gran esfuerzo para que se logren esos acuerdos, pero a ellos nada les alcanza”, sostuvo el ministro de Interior, Florencio Randazzo, sobre las negociaciones mantenidas con la Mesa de Enlace. Aseguran que no reprimirán los cortes de ruta.

› Por Daniel Miguez

El Gobierno interpretó el nuevo lockout dispuesto por las cámaras agropecuarias y los cortes de ruta como “una burla” a los acuerdos alcanzados en la mesa de diálogo con ese sector. Desde la Casa Rosada creen que los ruralistas seguirán haciendo oposición política hasta las elecciones y confían en que la mayoría de la sociedad no acompañe la radicalización de sus acciones. De todas maneras, afirmaron que el diálogo continuará abierto y que no se reprimirán las protestas.

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien junto con la ministra de la Producción, Débora Giorgi, y el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, lleva adelante las negociaciones con los ruralistas, fue uno de los que respondió ayer a los directivos de la Mesa de Enlace agropecuaria. “El gobierno nacional hizo un gran esfuerzo para que se logren esos acuerdos, pero a ellos nada les alcanza”, sostuvo. “Lo único que les interesa es que se bajen las retenciones a la soja y en el campo hay más de siete millones de toneladas de soja que todavía no se comercializaron. Ellos se dan el lujo en un mundo en el que nadie se puede dar ese lujo. Son unos 2300 millones de dólares”, sostuvo Randazzo.

Según pudo saber Página/12, en el Gobierno suponían que iba a haber una creciente actividad de los ruralistas hasta las elecciones, no sólo para presionar para que se bajen las retenciones a la soja, sino también porque algunos de ellos integrarán listas como candidatos de la oposición. Pero admitieron que los sorprendió el lockout por siete días anunciado ayer.

Si bien en la Casa Rosada no esperaban que los directivos de las cámaras agropecuarias los aplaudieran por decretar la coparticipación del 30 por ciento de las retenciones a la soja y sus derivados, creían que iban a tener que aceptarlo porque consideraban que era muy difícil oponerse públicamente a esa medida. Pero una vez más los ruralistas dejaron con la boca abierta al Gobierno. No sólo se opusieron a que las provincias reciban más dinero para obra de infraestructura social, sino que lanzaron otro lockout y salieron a cortar rutas.

Los funcionarios que monitorean el conflicto de las cámaras agropecuarias dicen que hay muy poca gente en los cortes de rutas y que, a diferencia de lo que ocurrió el año pasado, los que participan de esas medidas no tienen el apoyo de los productores. Lo dijo el propio Randazzo: “En los cortes hay poca gente, no creo que la mayoría de hombres y mujeres que trabajan en el campo estén de acuerdo con los cortes, con este tipo de actitudes”.

Pero en el Gobierno aseguran que en esas protestas hay dirigentes agropecuarios, pese a que la Mesa de Enlace dice que no las avala. Esto fue considerado por el ministro del Interior como “una actitud de enorme irresponsabilidad en un momento en el que todos debemos deponer intereses sectoriales en pos de mantener el nivel de actividad y empleo”. En la Casa Rosada confían en que la población no avalará los cortes de ruta ni las eventuales consecuencias del lockout que consiste en no comercializar carne, granos y oleaginosas, aunque temen que el apoyo mediático que tienen los ruralistas pueda prevalecer sobre el sentido común en algunos sectores de la clase media.

Más allá de las hipótesis, está tomada la decisión de no desalojar por la fuerza los piquetes de los ruralistas. “No vamos a ser nosotros los que se la demos servida en bandeja para que se victimicen”, le dijo anoche un importante funcionario a este diario.

Con el mismo criterio –el de no propiciar una ruptura en el diálogo con las cámaras agropecuarias– es que se decidió mantener abierta la mesa de negociaciones en el Ministerio de la Producción, como ya ocurrió durante cuatro martes seguidos. Dado que el próximo martes es feriado nacional, el nuevo encuentro está fechado para el 31 de este mes, cuando ya habrá terminado la semana de lockout. Si los ruralistas no renuevan la medida, habrá reunión. Pero para ese entonces habrá que ver hasta dónde creció la tensión reavivada ayer con el lockout y los cortes de ruta a los que Randazzo calificó como “una burla a los acuerdos alcanzados”.

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