EL PAíS
› LA UCR CONMEMORO EL TRIUNFO ELECTORAL DE ALFONSIN
Todo tiempo pasado fue mejor
› Por Fernando Cibeira
Lo malo que habrá sido lo que vino después que el radicalismo decidió ayer celebrar el 19 aniversario del triunfo electoral de Raúl Alfonsín, una fecha que hasta ahora había caído elegantemente en el olvido. Con su discurso, el ex presidente terminó con un silencio de varios meses, pero evitó las frases explosivas. Defendió a la clase política de lo que llamó “la prédica del periodismo amarillo” y advirtió que el caos social podría derivar en medidas de seguridad en el orden interno. Lo notable fue que dedicó mucho más espacio en elogiar al gobierno de Eduardo Duhalde que al suyo, motivo del acto. Los tres precandidatos presidenciales del radicalismo argumentaron problemas de campaña para ratearse.
“La gestión creo que es mala por muchas razones, pero hay que hacer los balances de manera positiva”, justificó Alfonsín su visión de la gestión Duhalde. “Hay que ver cómo recibió el país”, comenzó sobre la herencia que le había dejado su correligionario Fernando de la Rúa. Y alabó que el dólar estuviera en baja y se hubiera evitado la hiperinflación, los medicamentos genéricos y plan para jefas y jefes de hogar. Sobre todo, destacó que se hubiera salido del “bozal que nos impedía crecer”, en referencia a la convertibilidad.
La defensa de la actual gestión fue uno de los puntos destacados de la reaparición de Alfonsín, que habló en un tono sereno y con voz temblorosa. Tanto evitó un discurso tribunero que prácticamente planchó el entusiasmo de la concurrencia que ocupó el salón de actos del Comité Nacional de la UCR. El acto lo organizó el grupo que encabeza la histórica dirigente Florentina Gómez Miranda, que consiguió el auspicio del presidente radical Angel Rozas. “Quiero emborracharme de radicalismo”, contó Florentina que le dijo al chaqueño.
Al encuentro se lo denominó “Día de la recuperación de la democracia” y estuvo poblado por dirigentes que hacía rato no se veían. Por ejemplo, aquella fórmula ganadora en la provincia Alejandro Armendáriz y Elva Roulet, el ex ministro Aldo Neri, el economista Mario Brodershon y el ex rector de la UBA, Oscar Shuberoff. También estuvieron el diputado Horacio Pernasetti, los senadores Mario Losada y Carlos Maestro, y los ex voceros de Alfonsín, Federico Polak y Raúl Borrás.
Un párrafo aparte merece el grupo juvenil Los Irrompibles, que nació como brigada antiescrache de Alfonsín. Hasta los propios afiliados radicales miraban ayer con asombro el entusiasmo de esos jóvenes de veintipico que, con suerte, debían estar en la cuna durante la gestión alfonsinista y ahora alientan al ex presidente con banderas de Cuba y el PT brasileño. Uno de ellos, Leandro Giacobone, habló en el acto luego de Rozas y antes de Gómez Miranda. El joven pidió que el radicalismo impulse el armado de un socialismo democrático y hasta mencionó al “hombre nuevo del que hablaba el comandante Guevara”.
Dos de los anotados en la carrera presidencial, Leopoldo Moreau y Osvaldo Alvarez Guerrero, hicieron llegar su adhesiones y sus excusas por escrito. “Pretendía que estuvieran acá los tres precandidatos. Hay uno que no me ha exhibido ninguna razón de su inasistencia. No lo quiero nombrar pero ustedes ya se imaginan quién es”, sostuvo desde el escenario Florentina Gómez Miranda. Para cuando llegó el mensaje de Rodolfo Terragno ya era muy tarde y se escucharon algunos silbidos.
Alfonsín casi no habló de su gobierno, el real motivo del encuentro. Sí reconoció que la expectativa de la gente en el ‘83 era que así como con la elección y su arribo a la presidencia se terminaba con una dictadura, también pretendía que se solucionaran sus otros problemas. “Y la crisis dijo que no”, dijo el ex presidente como toda explicación al abrupto fin de su gobierno. No era el momento de autocríticas.