Por Eduardo Tagliaferro y Felipe Yapur

Le faltó decir “seguimos siendo grandes amigos” para que la ruptura tuviera definitivamente el formato de un típico culebrón. “El gitano”, como llaman al riojano Ricardo Quintela, fue el encargado de llevar la mala noticia a la dirección de la bancada justicialista en Diputados. En el tercer piso del Palacio lo esperaban el cordobés Humberto Roggero, los bonaerenses José María Díaz Bancalari y Juan Carlos Correa, el puntano Oraldo Britos, el pampeano Manuel Baladrón, el cordobés Carlos Alessandri y el salteño Juan Manuel Urtubey. En buen romance les dijo que no se trataba de un problema con el bloque, ni de nada personal. “El candidato es Carlos Saúl Menem”, fue la escueta argumentación de Quintela para explicar los argumentos que impulsan al grupo Azul y Blanco para distanciarse del oficialismo. En el duhaldismo no dudan en señalar que se trata de una respuesta al congreso partidario de Parque Norte. Más allá de las especulaciones, la ruptura del menemismo no aparece como la única. En los próximos días, los legisladores del denominado Grupo Talcahuano también tomarán distancia de la conducción del peronismo legislativo.
“Son un apéndice del candidato Menem”, comentaba a este diario un reconocido dirigente del duhaldismo para explicar el gesto del menemismo. La decisión había sido conversada largamente en el Hotel Presidente, donde funciona la carpa chica del riojano. Al momento de hacer números, los enrolados en la fracción Azul y Blanco decían poseer el respaldo de 30 de los 120 diputados del oficialismo. Sin embargo, las autoridades del bloque afirmaban que no alcanzarían esa cifra. “A lo sumo se acercarán a los 30 si suman a los 2 diputados de Luis Patti y a los 3 de la UCeDé”, precisó un integrante de la conducción del bloque.
Los legisladores del menemismo ponen en el centro de la crítica al titular de la Cámara baja, Eduardo Camaño, y al ministro del Interior, Jorge Matzkin. Al primero le achacan que haya presidido el congreso de Parque Norte en el que se le puso fecha a la interna partidaria y se decidió la elección de otra Junta Electoral. En el caso de Matzkin el enojo es mucho mayor. Públicamente dicen que el encargado de llevar adelante comicios imparciales no debería haber participado del cónclave. En privado toman el gesto como una traición, ya que el pampeano supo ser un incondicional del menemismo aunque también del manzanismo que participa activamente en el gobierno nacional. Desde el Congreso impulsó todas las leyes que Menem remitía desde la Casa Rosada y cuando terminó sus días como diputado lo cobijaron como el segundo de Carlos Corach en el Ministerio del Interior.
En la treintena, los menemistas no cuentan a quienes tienen puestos destacados en la conducción del bloque, como el pampeano Baladrón y el salteño Urtubey, un seguidor del compañero de fórmula del riojano, el gobernador de Salta Juan Carlos Romero. “Es una circunstancia lamentable”, dijo diplomáticamente Roggero, quien está con un pie en el avión que lo llevará a Roma, donde se desempeñará como embajador. Más vehemente, un hombre del duhaldismo señalaba que “lo de Herminio Iglesias era una alegre estudiantina al lado de lo que quieren hacer estos chicos menemistas. Pretendían una elección sin junta electoral y sin padrones”. Para el duhaldismo la ruptura menemista era tan sólo “un gesto que pretendía forzar una futura negociación”.
Talcahuano esquina Ruptura
La diáspora no sólo se expresa con la ruptura de los menemistas. Todo indica que la próxima semana se producirá otra y la protagonizarán la decena de legisladores justicialistas que participan del grupo Talcahuano. Este sector que lidera el santacruceño Sergio Acevedo junto al tucumano Ricardo Falú, Arturo Lafalla (Mendoza), Ricardo Conte Grand (CapitalFederal) y Julio Gutiérrez (Santa Fe) tiene en general una marcada pátina kirchnerista, salvo el caso del diputado santafesino. Este grupo está seriamente enfrentado con la conducción de la bancada a partir de los “oscuros manejos” de Roggero y algunas otras autoridades del bloque. Los Talcahuano tomarán la decisión el próximo martes cuando vuelvan a encontrarse y donde además evaluarán los pasos a seguir con su denuncia de pagos de sobresueldos a un grupo de legisladores del PJ. Algunos de estos pasos están relacionados con la entrega de pruebas a la Justicia a partir de la denuncia que presentó la semana pasada el abogado Ricardo Monner Sans.