Ulises Forte es el segundo de la Federación Agraria. Radical desde la apertura democrática, era uno de los que hace tres años apoyaba las políticas oficiales contra la exportación liberada de carnes y de granos. El año pasado concentró las luces de las cámaras de TV sobre las rutas: en los cortes del lockout agrario. El próximo 26 de abril peleará las internas radicales de La Pampa como precandidato a senador.

–Pedro Peretti, de la FAA, dice que las candidaturas son una sangría para la Federación, porque se van los mejores cuadros. ¿Por qué se presentan?

–Es un halago del amigo. Acá no se produce un vacío institucional, si no, hubiésemos dicho que no. Vamos a seguir militando en la FAA porque la dirigencia tiene fecha de vencimiento, pero un militante es militante hasta el día que cierran el cajón.

–Pero, además del halago, puede ser un diagnóstico. En la FAA se están por candidatear tres los cuatro hombres más importantes. El tema es que hasta ahora no habían definido nada. Primero lo hizo la SRA y la CRA. Faltaban ustedes. ¿Compiten para no quedar en desventaja?

–Es una barbaridad corporizar la política. La política tiene que pasar por las estructuras partidarias que resumen un pensamiento común. Me parece bien que el sector agropecuario juegue. Podemos ser una alternativa al modelo. Obvio que vamos a integrar la Comisión de Agricultura y Ganadería, pero no podemos encasillarnos y ser una corporación agraria o el partido del campo.

–Pero cuando uno ve que la Mesa de Enlace presenta un decálogo a los partidos políticos, como en Córdoba, se pregunta: entre esto y un partido político, ¿cuál es la diferencia?

–No. Bueno, el documento de Córdoba fue un reclamo del sector a los partidos. Se trató de buscar los puntos en común. Los que no, cada cual los pelea por su lado. No es que la Mesa de Enlace vino a reemplazar a las entidades agropecuarias.

–Pero la FAA abandonó el reclamo de la ley de arrendamiento porque la CRA no lo quería.

–Nosotros venimos insistiendo con una ley de arrendamiento, no es que decimos que no hace falta. Este año lo volvemos a llevar a todos los bloques.

–Sí cambiaron con las retenciones. Hasta hace poco querían segmentarlas, ahora hablan de retenciones cero.

–Siempre dijimos que las retenciones son distorsivas y, con una soja de 300 o 400 dólares, 25 por ciento es un exabrupto imposible de pagar. Hasta que haya una reforma impositiva integral –porque resulta que nos rasgamos las vestiduras por las retenciones de dos puntos más o menos, pero la minería no paga, la patria financiera no paga–, tienen que ser segmentadas mientras perduren.

–Pero el decálogo dice “cero”. No segmentadas.

–Bueno, o sea... Esperemos que llegue el momento de retenciones cero.

–Sobre la Mesa de Enlace, dijeron que los unió el espanto. Pero después usted dijo que la SRA no era la oligarquía. Que Luciano Miguens no era Martínez de Hoz...

–Estoy convencido de que Miguens no es Martínez de Hoz.

–Pero al reclamo se montaron los sectores que se oponen a la nacionalización de Aerolíneas, a la estatización de las AFJP y además a los castigos a los militares.

–La Mesa de Enlace es un lugar donde se sientan las cuatro entidades para pelear contra un sector. Nada tiene que ver con las AFJP, que fuimos los únicos que nos opusimos a que las crearan. Los propietarios de los 20 millones de hectáreas extranjerizadas no están en la Mesa de Enlace. Soros o Gustavo Grobocopatel, que viajó con gente del Gobierno a hacer negocios de soja a Venezuela, no está en la Mesa de Enlace. Los poderosos están en el kirchnerismo.

–Los poderosos están en Aapresid, la asociación de Siembra Directa. Los agasajaron a usted y a Buzzi en un Congreso.

–Yo falté ese día, no estaba.

–Pero Buzzi fue.

–Le repito: Soros, Benetton y Lucas Thompkins no son socios de Aapresid. No se entiende todavía que el modelo agrario que están apoyando los Kirchner por acción u omisión es el mismo modelo menemista. Acá hay dos opciones: o que un solo tipo como Soros vaya de la cría de la vaca a la hamburguesa en las góndolas yanquis o que la vaca la tengan 300 mil chacareros. Ese es el debate profundo y Soros no se siente identificado con la Mesa de Enlace, hace lobby directamente.

–Hace tres años usted aprobaba aspectos de Kirchner.

–Yo me quedé parado en el discurso de mayo, cuando asumió Néstor Kirchner. Yo estaba en medio del campo trabajando para dividir dos bolseros y me quedé sentado porque no podía creer que alguien estuviera pronunciando ese discurso. Años militando y por fin este mensaje. O sea, yo digo que Kirchner puso el giro a la izquierda, dobló a la derecha y nosotros nos reventamos la cabeza contra una columna.

–Un sector de la FAA dice que ustedes doblaron a la derecha.

–No. Ese sector no merece el debate porque para estar en la FAA hay que ser productor agrario, no hay que ser explicador de la pobreza agraria. Porque el que lo está diciendo no es productor agropecuario.

–¿Cuál es el promedio de tierra que tiene un chacarero hoy?

–Depende de la zona, en la zona núcleo son 50, 100 hectáreas. Yo soy un chacarero de 150 hectáreas en La Pampa y tengo menos que un productor de 50 en Alcorta, porque la calidad productiva de las tierras es diferente. Lo que pasa es que la pobreza rural no se combate con paga. El pequeño productor se vio desplazado porque no puede competir.

–Si la hectárea cuesta entre 3 y 10 mil pesos, 150 hectáreas pueden ser un millón de dólares.

–Pero está entre 4 o 5 mil pesos. Cien son quinientos mil. ¿Usted escuchó la historia de algún camionero que venda la rueda de auxilio para echarle gasoil al camión? Bueno, acá hay quien tiene que vender una hectárea para comprar insumos.

–Con un millón de dólares, uno puede decir que hay cosas en común entre la FAA y la SRA y CRA.

–Pero usted tiene un millón de dólares invertidos, con la patria financiera vive sin laburar. Tiene un millón de dólares invertidos en producción agropecuaria y no cubre el sustento familiar. Entonces, cuando la patria financiera es mucho más rentable que trabajar y producir, algo no está funcionando.