EL PAíS
› REUTEMANN SE SUMA A LOS GOBERNADORES DUHALDISTAS
Un asadito con gusto a miel
El Presidente y el gobernador se reunieron en un campo cerca de Reconquista, Santa Fe. El Lole aceptó integrar la Comisión de Gobernadores que regirá al PJ hasta las internas.
› Por Diego Schurman
Eduardo Duhalde logró ayer un triunfo que hasta hace poco parecía impensado: incorporó a Carlos Reutemann en su frente antimenemista. El Presidente consolidó de esta manera una semana exitosa en la que sólo le resta la tarea no menor de definir la fórmula que enfrentará a Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá en la interna del PJ. Ayer en la Casa Rosada la dupla que sonaba con más fuerza era la de José Manuel de la Sota-Chiche Duhalde. En cambio se diluía la posibilidad de cerrar filas detrás del santacruceño Néstor Kirchner.
Después de acostumbrar al oficialismo con sus cerrados “no”, Reutemann expresó su abierto compromiso a participar de la denominada Comisión de Acción Política (CAP). Se trata de un cuerpo creado ad hoc durante el congreso de Obras Sanitarias con el propósito de monitorear el proceso electoral interno del PJ.
La CAP está integrada por todos los gobernadores que participaron de esa cumbre duhaldista. Y su sola constitución conforma un aval de hecho a las pretensiones del Presidente no sólo de postergar las internas hasta el 19 de enero sino también de efectuar ese día la renovación de autoridades partidarias. Es decir, de desplazar a Menem de la conducción del PJ.
Si bien Duhalde se esmeró ayer en quitarle el mote “antimenemista”, él mismo orientó el objetivo de ese cuerpo en el desayuno que mantuvo en la mañana del miércoles con algunos de sus integrantes. “Muchachos, se tienen que jugar. Y si veo que hay ganas de ganarle a Menem, yo también me juego. Es el momento”, dijo seguro de haber capitalizado el exitoso congreso partidario.
En ese encuentro estuvo presente Jorge Matzkin. No fue casualidad que el ministro del Interior, o sea el jefe de la cartera política, también haya viajado ayer a Santa Fe para estar sentado junto al Lole durante la conferencia de prensa.
Para no presionar a Reutemann, con quien se reunió en la estancia “Los Guasunchos” –cerca de Reconquista–, el Presidente se la pasó toda la mañana negando que la interna fuera parte de la agenda. Pero al término del encuentro, el propio gobernador habló, precisamente, de la puja peronista.
La paradoja: dijo que la interna que se viene “es un liceo de señoritas” comparado con lo que le habían contado que sería. Pensar que su argumento para desistir de la pelea fue la presunta “suciedad” de la contienda.
Si bien con bajo perfil, y seguramente evitando sacarse fotos que lo comprometan aún más, Reutemann se sumará ahora al lote de gobernadores que trabajará con Duhalde para definir el candidato oficial. Aunque lo niegue, su presencia terminó por consolidar el eje Buenos Aires-Santa Fe-Córdoba que el Presidente tanto buscó para fortalecer su pelea con Menem. Se trata, al fin, de los distritos más populosos del país.
Fanático de las encuestas, Duhalde ya mandó a medir la fórmula De la Sota-Chiche. El objetivo: chequear si la presencia de su mujer logra hacer levantar cabeza al cordobés. Este ya no disimula su deseo de cerrar trato.
Ayer repartió elogios entre la primera dama y Roberto Lavagna. Al ministro de Economía más que como compañero de fórmula lo imagina como un excelente embajador. Al menos así lo dijo alguna vez en la intimidad.
Con Kirchner las negociaciones vienen más complicadas. El propio gobernador de Santa Cruz tomó distancia al negar terminantemente la posibilidad de compartir boleta ya no sólo con Chiche, sino también con su par bonaerense Felipe Solá y el propio De la Sota.
En la comparación, no hay dudas que el cordobés se muestra mucho más complaciente con Duhalde y que destaca abiertamente cada una de sus propuestas. Los planes Jefes y Jefas de Hogar y Medicamentos genéricos son sólo botones de muestra.
La leve inclinación de Duhalde a favor de De la Sota, y en detrimento de Kirchner, llegó a los oídos de Reutemann. No le disgustó. Y muchosrecordaron que el cordobés se lanzó a la arena sólo recién después de saber que el Lole no lo haría.