Las máximas autoridades del radicalismo enviaron ayer un contundente mensaje al gobierno nacional y respondieron a las críticas de su socia Elisa Carrió. Luego de una reunión del Comité Federal del partido, donde se convocaron senadores, diputados, presidentes de todos los distritos y los jefes nacionales, la UCR ratificó su decisión de concurrir al diálogo, pero al mismo tiempo consideró que “treinta días sin resultados positivos han hecho perder al país una gran oportunidad y al Gobierno su chance de lograr consensos”. Fue una dura crítica al kirchnerismo por haber gastado, según dijeron, la “bala de plata” que les quedaba después de las elecciones, pero fue también una respuesta a la líder de la Coalición Cívica, quien los había acusado de ser “cómplices del rearmado de Kirchner en contra de la sociedad argentina”.

La reunión de ayer estuvo signada por los cuestionamientos hacia el kirchnerismo por no haber atendido los reclamos que el ACyS le llevó al ministro del Interior, Florencio Randazzo, y también por la agitada situación política del espacio panradical.

Carrió había dicho que la oposición le había dado aire a Néstor Kirchner al aceptar la convocatoria al diálogo y que por eso había “regalado” el triunfo de las elecciones legislativas. Ayer, la UCR le concedió a Lilita que “convocar al diálogo para ‘ganar tiempo’ ha sido una maniobra perversa que buscaba legitimar la hegemonía K”, pero agregó que en realidad contribuyó a “perder oportunidades y aumentar el descrédito” del oficialismo. Por eso ratificaron su visita a la Casa Rosada y “emplazaron” al Ejecutivo a responder sobre la agenda que llevaron a la mesa del diálogo.

Además, los líderes radicales debatieron sobre la situación interna e hicieron un repaso de cada distrito. Se habló de la normalización del partido en Mendoza, la tierra del vicepresidente Julio Cobos, en Santa Fe y Córdoba, entre otros. “No vamos a entrar a discutir precandidaturas presidenciales y no vamos a prestarnos a este juego entre Cobos y Carrió por ver quién se apropia de la UCR”, sintetizó a Página/12 uno de los dirigentes que participó del cónclave radical.

En los últimos días, la pelea por la sucesión del presidente del partido generó tironeos tanto de parte de Cobos como de Lilita. El vicepresidente había condicionado su postulación en 2011 a la elección de un hombre de su confianza como reemplazante de Gerardo Morales, mientras que Carrió amenazó con abandonar el Acuerdo Cívico y Social si el próximo titular del radicalismo no es un hombre “de la dignidad y la resistencia”, o sea, uno de los dirigentes que se quedó en la UCR mientras otros emigraban a otros espacios políticos. “Es una gran irresponsabilidad que dentro del ACyS sigamos dando una pelea pública por diferencias personales, sin poner más energía en atender los temas que la gente nos pidió que atendamos”, afirmó ayer el jefe del radicalismo al salir del encuentro.

El diputado electo por Buenos Aires Ricardo Alfonsín también reclamó “madurez y responsabilidad para encontrar las soluciones a las diferencias que pudieran existir”. Los radicales están tratando de armar el rompecabezas de su estructura de poder, de cara a los próximos dos años. El titular de la bancada en Diputados, Oscar Aguad, y en Senadores, Ernesto Sanz, son junto a Alfonsín y Morales los hombres de mayor proyección nacional, después de Cobos. Esos nombres parecen perfilarse para repartirse la titularidad de los bloques legislativos, del partido y la vicepresidencia de la Cámara baja.