Las líneas de colectivo 10 y 17 ahora son el principal medio de transporte de Ricardo López Murphy. Así lo comenta el dirigente opositor cuando entra a su pequeña oficina en Retiro. Aliado al Acuerdo Cívico y Social, el ex ministro de Economía aboga por “un mecanismo de gobernabilidad” que impida la ruptura inminente entre Elisa Carrió y Margarita Stolbizer y advierte que la derrota del espacio en Capital tuvo que ver con no confrontar la gestión de Mauricio Macri, de la que el Bulldog habla pestes. “Macri piensa que Duhalde fue un gran presidente y yo pienso lo contrario. Ni se me ocurría. Y a Macri le parece bárbaro”, cuestiona.

–Gabriela Michetti planteaba esto dentro de PRO.

–Entiendo el recelo frente a lo que ha sido el peronismo que gobernó la provincia durante veintidós años. Y no sólo por Duhalde: Solá fue ministro desde 1987 y está disputando hasta ahora. No acuerdo con sus valores ni con sus métodos. No sé cómo podría estar ahí.

–¿Y cómo puede estar ahí Michetti?

–Eso lo debería contestar ella. No me use de intérprete psicológico. No tengo formación en psicoanálisis y no soy un buen analista.

–¿Está pensando en lanzarse para jefe de Gobierno porteño?

–Hoy no sería razonable que nadie esté pensando en candidaturas.

–¿No existía un acuerdo con Carrió para que la apoye y usted sea el candidato en Capital en 2011?

–A pesar de mis diferencias, traté de ayudar a la creación de una alternativa no justicialista. El apoyo no fue a una persona.

–¿Usted hubiera ido al diálogo con el Gobierno?

–Yo dije que sí, pero comprendía al que no quería ir. Con una gente tan intolerante, es lógico que existiera la desconfianza que tenían Carrió y Patricia Bullrich. El episodio que hemos vivido, justamente en el debate sobre si había que ir o no al diálogo, me hace pensar que hace falta un mecanismo de gobernabilidad, que no está construido. Si se verifica un conflicto en público, debilita la confianza en el espacio.

–¿Cree que va a haber una ruptura entre Carrió y Stolbizer?

–No lo sé. Sería sano construir un mecanismo de gobernabilidad interna que canalice las tensiones, facilite los debates y no lleve cualquier cuestión al punto de que la especulación sea que se va a volver a fraccionar la alternativa opositora. Eso no le haría bien al país.

–¿Cómo interpreta que Carrió haya quedado tercera en Capital?

–La elección no fue buena. Se requería ir fuertemente contra el gobierno de la ciudad y me parece que no hubo ese énfasis, ese ataque persistente para ser alternativa. Ahí estaban los votos y no se percibió. Después, hubo un voto a Pino Solanas que me cuesta entender, porque la Capital no tiene recursos petroleros ni se afectaron sus trenes. Sí percibí un ataque muy fuerte en el tema de los prostíbulos.

–A Macri eso lo llevó a hacer un chiste en un video...

–Ahí usted tiene una diferencia grande con lo que creo que deben ser los valores de una sociedad. Allí lo ve con suma claridad.

–¿Esta derrota justifica el viaje a Disney y la mudanza a Vicente López?

–Nunca me expreso sobre las andanzas del resto de los seres humanos.

–¿Usted ya se mudó a Capital?

–No todavía. El día que yo haga ese cambio es porque he pensado en hacer el esfuerzo.

–¿Cobos es el mejor candidato que tiene el Acuerdo Cívico?

–No voy a hablar de candidaturas. Lo que sí me interesa es que exista un régimen de internas, como es en Estados Unidos, y de financiamiento a la uruguaya o a la chilena.

–¿Conoce algún otro caso en el mundo de un vicepresidente haciendo campaña contra el gobierno que integra?

–Pero, lo único que falta: primero me pregunta si está bien el viaje a Disney, si psicológicamente la candidata de PRO va a aguantar y ahora me pregunta si no es raro que el vicepresidente milite en la oposición. Mire, tampoco conozco muchos países donde el matrimonio sea un mecanismo de selección de candidatos. No conozco otro caso donde la presidencia sea un bien ganancial. Por el medio para el que usted trabaja, debo reconocer que siempre me pareció patológico que los regímenes comunistas terminaran siendo monarquías hereditarias: fíjese Cuba y Corea del Norte.

–No contestó sobre Cobos...

–Creo que no es una situación, si se quiere, habitual. Yo nunca hubiera integrado esa fórmula, ni lo hubiera votado a Kirchner. De todas formas, creo que el debate del Acuerdo Cívico debe centrarse en un programa de gobierno, porque esta gente va a dejar tierra rasa. Hay que tener un programa a la altura de las circunstancias, hay que pensar las posibilidades de financiamiento de las ciudades...

–Macri les dijo a los opositores esta semana que necesita 60 mil millones de pesos para llegar a su “ciudad soñada”.

–Tres veces y medio el presupuesto, ¿de dónde salen esos recursos? Expresar aspiraciones... Mire, conocía un político latinoamericano que decía que quería empleo, salud, educación y felicidad... (alza las cejas)

–¿Cómo ve la gestión de su ex aliado?

–Hubo un compromiso de no subir los impuestos y se subieron como nunca. Hubo un compromiso de no hacer los excesos de publicidad y la publicidad en la Capital ha sido escandalosa. Era inaceptable convertir a la Capital en un gigantesco garito y convalidaron las maniobras de Kirchner sobre el juego. Cuando se debaten los superpoderes, Cristina dice: “Denme lo que tiene Macri: el 5 por ciento del presupuesto”. Decir que se necesita el 5 por ciento para subsanar errores es que el presupuesto estuvo mal hecho. Es contradictorio con una gestión eficaz.