El gobierno nacional ratificó que Ahmad Vahidi, designado ministro de Defensa de Irán, “debería estar detenido” debido a su presunta implicación en el atentado contra la mutual judía AMIA en 1994. En tanto, el gobierno de Mahmud Ahmadinejad convocó ayer al encargado de Negocios de la embajada argentina en Teherán, Mario Enrique Quinteros, para marcarle su protesta por las manifestaciones de la administración de la presidenta Cristina Fernández.

El gobierno nacional, a través de la Cancillería, expresó el viernes su “más enérgica condena” a la designación de Vahidi y advirtió que esa decisión es una “afrenta a la Justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista” ocurrido hace 15 años. A modo de reacción, Irán ayer acusó a la Argentina de “inmiscuirse” en sus “asuntos internos” por cuestionar la designación de Vahidi, por lo que afirmó que “condenamos firmemente estas acciones ilegales”, según dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Ha-ssan Ghashghavi.

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, al referirse al designado ministro de Defensa de Irán, buscado desde 2007 por Interpol y acusado del ataque a la AMIA, sentenció que “este ciudadano tendría que estar detenido”. Sin embargo, Fernández dejó en claro que “nuestras expresiones no pretenden meternos en otro ámbito que no sea discutir lo que ya está discutido en Interpol y que requiere de la presencia de este señor para ser juzgado en nuestro país con todos los derechos constitucionales”. El jefe de ministros manifestó: “Lo que se está diciendo claramente es que Vahidi es uno de los cinco iraníes y un libanés que tienen notas rojas de la Interpol y que implican su detención en el lugar donde se lo encuentre”.

Al mismo tiempo, el encargado de Negocios de la embajada argentina en Teherán era convocado por el gobierno de Ahmadinejad para transmitirle las protestas. Para el portavoz iraní, la posición de Argentina es el resultado de “presiones, sobornos y propaganda por parte de lobbies sionistas”, estimó Ghashghavi, quien añadió que se trataba de un “insulto a la inteligencia del pueblo argentino”.

Al respecto, el fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, sostuvo que la respuesta iraní “es parte de una escalada, una provocación que ya viene de años atrás”. Para el fiscal, Vahidi “es una persona que ha tenido posición relevante en la planificación del atentado”. En cuanto a lo manifestado por el vocero iraní, de que la Justicia argentina no encontró “una sola prueba” que incrimine a ciudadanos de esa nacionalidad en el atentado de 1994, Nisman recordó que “es el mismo argumento” que Teherán viene esgrimiendo desde que se instruyó la causa. “Tuvimos varias reuniones de Interpol, inclusive con los funcionarios iraníes donde se ha discutido este tema. (El pedido de captura) se ha votado por el comité jurídico de Interpol, el comité ejecutivo, la asamblea general, que integran todos los países, y este argumento ha sido totalmente dejado sin efecto hasta con argumentos irónicos hacia la postura de Irán”, sostuvo Nisman.

En sintonía, el titular de la AMIA, Guillermo Borger, rechazó también las acusaciones de Irán contra la supuesta injerencia argentina, al argumentar que sintió “dolor y bronca” por la designación de Vahidi. Recordó que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en su último discurso ante la Asamblea de la ONU, “invitó” a Vahidi y a otros acusados por el atentado “a presentarse a esgrimir su inocencia ante la Justicia argentina”.