EL PAíS
› HOY DESTRUIRAN LAS LISTAS DE LLAMADOS DE CATAN
Protección a los periodistas
› Por Adriana Meyer
Los listados de llamadas entrantes y salientes de los teléfonos del periodista británico Thomas Catán, ex corresponsal del Financial Times, serán destruidos hoy en el juzgado de Claudio Bonadío, tal como ordenó la sala II de la Cámara Federal. Catán escribió artículos en los que describió un pedido de soborno por parte de “legisladores argentinos” a banqueros extranjeros a cambio de frenar una ley que perjudicaba sus intereses. En la causa que se inició a partir de la revelación, Bonadío había ordenado a la SIDE la confección de esos listados.
El magistrado había interrogado al periodista como testigo y como se negó a revelar sus fuentes le pidió sus números telefónicos para averiguarlo por esa vía. Los abogados del periodista apelaron la medida y finalmente la Cámara Federal les dio la razón. La destrucción de los listados fue ordenada el 28 de octubre por los camaristas de la sala II, en una resolución en la que efectuaron una encendida defensa de la libertad de prensa al declarar la nulidad de una resolución de Bonadío. Tal como habían argumentado los abogados Hugo Wortman y Santiago Vegezzi, en representación de Catán, los jueces de Cámara consideraron que la iniciativa del magistrado había violado el derecho a preservar las fuentes periodísticas consagrado por la Constitución. Y afirmaron que “debe resaltarse el papel que juegan las fuentes de información en la tarea de investigación que realizan los periodistas y su vinculación con un eficaz ejercicio de la libertad de prensa”.
Horacio Cattani, Eduardo Luraschi y Martín Irurzun ordenaron que “se proceda a la destrucción (de esos listados) en presencia del interesado” o de sus letrados, para evitar “que persistan los efectos de la medida nulificada”. Catán ya regresó a Londres porque culminó su ciclo en Buenos Aires, de modo que concurrirán al juzgado sus abogados. Cuando se conoció el fallo de la Cámara Catán había expresado que la enfática defensa pública de la preservación de las fuentes que tuvo que hacer redundó en que se le acercaron más informantes con variadas denuncias.