EL PAíS
› PROPUESTA PARA COMERCIAR CON BRASIL SIN DIVISAS
Lula viene con una moneda verde
El PT anunció que el 2 de diciembre Lula llegará a Buenos Aires en su primer viaje al exterior, tal como prometió en la campaña. Traerá la propuesta de crear una “moneda verde” que sirva para comerciar sin dólares entre Brasil y Argentina.
› Por Martín Granovsky
Del dólar, sólo el color: Luiz Inácio Lula da Silva propondrá la creación de una “moneda verde” para evitar la pérdida de dólares en el comercio entre Brasil y la Argentina y como una forma de ayudar a la Argentina a salir de la crisis. El anuncio, que retoma una idea electoral del Partido de los Trabajadores, fue formulado ayer junto con el aviso del día en que Lula hará su primer viaje al exterior: el 2 de diciembre, y el destino será Buenos Aires.
La definición sobre la moneda verde partió de Aloizio Mercadante, que es una voz calificada del PT. Reúne las condiciones de senador electo por el estado de San Pablo con 10 millones y medio de votos, o sea que es uno de los políticos más populares de Brasil; economista de formación, es uno de los asesores más cercanos de Lula; y su cargo en el PT es el de secretario de Relaciones Internacionales. En el futuro, Mercadante podría ser ministro o, más probablemente, uno de los articuladores de las alianzas del PT en el nuevo Congreso cuando Lula asuma su cargo el 1 o el 6 de enero del 2003.
La moneda verde es, en realidad, una versión aggiornada de la vieja idea del intercambio compensado. Un trueque de país a país. Tendría la forma de una cámara de compensación comercial que debería favorecer el ahorro de divisas y actuar de balance frente a la asfixia de capitales extranjeros.
Para los dos países, disminuir la vulnerabilidad externa es clave. En los dos casos por el peso de la deuda externa y el pago de los servicios. Aun cuando Brasil tenga ya un acuerdo con el Fondo por un desembolso, en los papeles, de 30 mil millones de dólares, el objetivo declarado por el PT es terminar con el modelo de adicción respecto de los capitales externos. El razonamiento de los economistas del partido de Lula es que no hay salida sin reducción de las tasas de interés y la simultánea comprensión de los ahorristas, para evitar una estampida similar a la que condujo en la Argentina al corralito, y la de los bancos, que deberían ver la perspectiva de cobrar sus títulos a un ritmo distinto al original, pero cobrarlos gracias al crecimiento de una economía que hoy no consigue superar el techo del 1,75 por ciento anual.
En la Argentina la vulnerabilidad externa es no solo evidente sino un dato de la política actual, aunque más no sea porque las negociaciones con el Fondo están en la agenda pública permanente. Sólo resta saber si los candidatos para las elecciones del 2003 definirán una estrategia similar a la de Lula, de reindustrialización y reducción de la dependencia de divisas del exterior, o seguirán creyendo en el supuesto círculo virtuoso de basar toda política en la reducción del déficit fiscal y el aumento de la credibilidad de los tenedores de capitales externos.
“Se necesitan, urgentemente, actitudes e iniciativas de apoyo concretas para la Argentina”, dijo Mercadante. “Nuestro esfuerzo prioritario será ése, y por eso el primer país que se visite será Argentina, incluso antes que Estados Unidos”, dijo.
Tal como informó este diario en exclusiva, la gira a los Estados Unidos está prevista para el 10 de diciembre.
El PT siempre propuso sacar la alianza con la Argentina de un plano puramente comercial –un plano en que el intercambio entre los países del Mercosur cayó un 60 por ciento por la crisis argentina– y repolitizarla. El objetivo petista vuelve a una meta brasileña de mediados de los años ‘80: si para la Argentina el interés de un acuerdo con Brasil es comercial, económico y político, para Brasil el interés es primordialmente político. Cualquier política de replanteo brasileño hacia los Estados Unidos necesita una acumulación de poder que compense las debilidades incluso de una economía que, como la brasileña, es la décima del mundo aun en medio de la crisis.
Por eso el PT confirmó que Lula estrenará su programa internacional con la Argentina. Aquí se reunirá con el presidente Eduardo Duhalde y también con los candidatos de la oposición que quieran verlo. Esta vez, a diferencia de su paso por la Argentina en 1999, cuando se pronunció a favor de un triunfo de la Alianza, dirigentes del PT dijeron a Página/12 que Lula se abstendrá de bendecir a uno u otro candidato. El PT tiene excelentes relaciones partidarias con diputados del ARI, con el Partido Socialista, con Aníbal Ibarra del Frepaso y con Víctor De Gennaro de la Central de Trabajadores Argentinos, pero la incertidumbre electoral más el hecho de que será gobierno le imponen una política de convivencia con quien gobierne y con quien pueda gobernar luego de Duhalde. Lula completará su agenda aquí con un gran encuentro con académicos e intelectuales interesados en Brasil.
Su inmersión en el Mercosur se verá reforzada cuando participe en una cumbre de los socios, a principios de diciembre. Su diferenciación de Fernando Henrique Cardoso podrá notarse cuando sea parte de una reunión de sindicalistas de toda el área, entre ellos la Central Unica de Trabajadores de Brasil y la PIT-CNT uruguaya, una afín al PT y otra al Frente Amplio.
Después de la Argentina, Lula visitará Chile para reunirse con el presidente socialista Ricardo Lagos.
El proyecto petista, también confirmado ayer, es consolidar un parlamento americano antes de terminar de definir el Area de Libre Comercio de las Américas. Lula ha dicho que si no hay mayor apertura del mercado norteamericano el Alca es una simple “anexión”, y Brasil se propone con el próximo gobierno profundizar la politización del debate sobre la integración. En todo caso, otro de los puntos que Mercadante dejó en claro ayer fue que el debate sobre el Alca no lo realizará Brasil por su cuenta sino a través de un Mercosur revitalizado.