EL PAíS › EL FRENTE PROGRESISTA GANABA ANOCHE LOS COMICIOS MUNICIPALES EN ROSARIO Y LA CAPITAL PROVINCIAL
En Rosario, al cierre de esta edición, la lista encabezada por candidatos socialistas conseguía el 28,47 por ciento de los votos frente al 24,2 del Partido Justicialista. En la capital, lograba una diferencia de 12 puntos.
› Por Leo Ricciardino
Desde Rosario
El Frente Progresista del gobernador Hermes Binner lograba anoche un triunfo sobre el PJ, tanto en Rosario como Santa Fe, en las elecciones municipales realizadas en todas las localidades de la provincia. En Rosario, los datos oficiales al cierre de esta edición le daban un triunfo ajustado a la lista encabezada por el socialismo: 28,47 por ciento de los votos frente al 24,2 del justicialismo.
Con ese resultado en Rosario, el intendente Miguel Lifschitz se erigía como el triunfador de la elección, ante un peronismo que en las últimas semanas había logrado imponer un horizonte de triunfo: por eso, los escasos 4,5 puntos de diferencia entre una fuerza y la otra parecían muchos más. Con Clara García a la cabeza de la lista, el Frente Progresista Cívico y Social colocaba cuatro concejales. Mientras que el peronismo, con Héctor Cavallero en primer lugar, ponía tres y prometía discutir un cuarto en el tribunal electoral. La UCR de Jorge Boasso cosechaba un 15,6 por ciento de los votos y reponía a sus dos ediles. Al PRO le alcanzaba con el 9 por ciento para que ingresara cómoda Laura Weskamp. Proyecto Sur disputaba con el cuarto del peronismo para colocar a Alberto Cortés.
Como siempre, hay varias miradas para los mismos números. Una indica que Lifschitz ganó y queda bien posicionado para el 2011 aspirando a una candidatura a gobernador. La otra es la que marca que hubo amplios sectores del electorado rosarino que optaron por señalar de manera negativa los últimos tramos de la gestión municipal. Boasso con su lista con sello de la UCR por primera vez en 16 años, se consolidó como se esperaba en tercera fuerza. La elección que hicieron Laura Weskamp por el PRO y Alberto Cortés de Proyecto Sur no estaba en los cálculos de nadie. Quizás porque esta vez las fuerzas políticas optaron por ahorrar bastante en consultoras y encuestas.
Si bien hubo intentos de último momento por nacionalizar la elección en Rosario, los únicos atisbos que se pueden rastrear en ese sentido están cifrados en el conteo final para los candidatos del PRO y de Proyecto Sur: más de 40 mil rosarinos optaron por votar a la candidata que Mauricio Macri y Gabriela Michetti respaldaron abiertamente y la depositaron en una banca del concejo municipal. En el mismo sentido –aunque contrario desde el punto de vista ideológico–, más de 30 mil ciudadanos impulsaron al candidato que Pino Solanas propiciaba en Rosario, ubicándolo en la puerta de ingreso del Palacio Vasallo.
El peronismo logró amalgamar a todos los sectores (reutemismo, obeidismo y kirchnerismo) detrás del Tigre Cavallero. Pero esta misma síntesis que produjo la interna abierta y que merece una lectura positiva; operó también en algún sentido en la pérdida de sufragios respecto de la elección del 2 de agosto: quienes habían votado por Cavallero en esa oportunidad quizás no lo hicieron ahora porque el que le seguía era un reutemista como Diego Giuliano; y viceversa. Lo cierto es que ese drenaje de votos pasó los 50 mil. No son pocos. De todas maneras, hay que remontarse al 2003 cuando Norberto Nicotra fue candidato a intendente; para hallar una performance electoral del peronismo rosarino similar a la que alcanzó ayer. Pero, es obvio, las chances para disputar la intendencia dentro de dos años serán menores a las que prometía un escenario de triunfo en estos comicios.
Esta es también una lección que los candidatos deben aprender en esta segunda oportunidad en que se utiliza el nuevo sistema electoral de la provincia, con las internas abiertas y obligatorias. Los resultados de éstas no pueden proyectarse directamente a la elección general. Contrariamente a lo que muchos pensaban, la gente diferencia muy bien uno y otro comicio y distingue qué está votando en cada oportunidad.
El Frente Progresista no había hecho una buena interna abierta y en la sumatoria perdió con el peronismo. Pero ahora, en la general de ayer mientras que el PJ cayó como se indicó aquí en más de 50 mil votos, el FPCyS tuvo casi tres mil sufragios más que el 2 de agosto. Boasso también sumó casi 20 mil votos respecto de la interna. Determinar dónde estuvieron los 40 mil votos del PRO en aquella interna, es mucho más complicado.
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