El gobernador Daniel Scioli se presentará ante la Justicia electoral de la provincia de Buenos Aires para renunciar a su banca como diputado nacional electo. Lo mismo hará el vice Alberto Balestrini, quien fue electo como diputado provincial por la tercera sección, sur del conurbano. Ambos anunciaron la decisión, que se concretará la semana próxima, en una reunión con intendentes en la gobernación bonaerense. La charla había sido convocada con la intención de dar detalles sobre la reforma impositiva que se implementará en la provincia. Scioli les transmitió la novedad a unos cuarenta intendentes bonaerenses del oficialismo. El ex motonauta ya había deslizado en varias oportunidades que no estaba dispuesto a renunciar a la gobernación para asumir como diputado. En su reciente visita por Miami incluso llegó a decir que ya había anticipado su postura “al otro día de la elección (por el 28 de junio) y punto”.

A juzgar por la evolución de los acontecimientos, la postulación de Scioli en la última elección podría ser definida como el mejor testimonio de las candidaturas testimoniales. Ayer, en su reunión con los intendentes, Scioli adelantó que la semana próxima presentará formalmente su renuncia ante el juez electoral Manuel Blanco. Balestrini lo acompañará con la misma decisión. Antes de anunciar su intención de renunciar a la banca, Balestrini convocó a una reunión a los miembros del PJ en La Matanza, el distrito que lo catapultó a la política nacional. “No asumir era lo que nos convenía a todos. Alberto (por Balestrini) es un tipo más del montón, el 80 por ciento de la población no lo conoce”, dijeron a Página/12 desde el entorno más cercano del vicegobernador.

Las renuncias del gobernador y el vice estuvieron precedidas por rumores muy fuertes sobre la existencia de tensiones que complicaban la relación de Scioli y Néstor Kirchner. De hecho, se llegó a decir que la intención del gobernador de mostrar una política mucho más autónoma tras el resultado del 28 de junio le había generado un duro cortocircuito con el ex presidente. Tras la elección legislativa, Scioli se reunió con Eduardo Duhalde en la casa del ex presidente y ex gobernador; se entrevistó con el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, y visitó la exposición anual de la Sociedad Rural, acompañado por el presidente provisional del Senado, José Pampuro. Según dijo a Página/12 un legislador bonaerense con mucha llegada tanto a Kirchner como a Scioli, esas decisiones habrían derivado en un enfriamiento de la relación del gobernador y el santacruceño.

En ese momento comenzaron a circular versiones sobre un supuesto plan del kirchnerismo para forzar a Scioli a aceptar su candidatura a diputado nacional y dejar la gobernación en manos de Balestrini. “Esas versiones son falsas. Jamás a Néstor (por Kirchner) se le pasó por la cabeza eso”, desmintieron a este diario fuentes muy calificadas del peronismo de La Matanza. De cualquier forma, la relación de Scioli con el Ejecutivo nacional está condicionada por el elevadísimo déficit con el que debe lidiar el gobernador, un rojo que en gran medida es heredado. El déficit suma unos 5 mil millones de pesos anuales, lo que deja a la provincia en una situación compleja desde el punto de vista financiero. En concreto, la administración de Scioli depende en buena medida de los giros de fondos que mensualmente debe suministrarle la Nación.

A pesar del rojo de las cuentas, Scioli no descarta ir por la reelección. Tampoco descarta una candidatura presidencial, aunque antes verá qué hacen Kirchner o la presidenta Cristina Fernández. Balestrini fue el primero en respaldar una supuesta reelección del gobernador. “Daniel (por Scioli) debe reelegir. Porque tiene condiciones, las calidades particulares para llevar adelante este proceso”, insistieron ayer ante Página/12 desde el entorno de Balestrini.