EL PAíS
› DETIENEN A UN ETARRA EN EZEIZA
A pedido de Garzón
› Por Raúl Kollmann
El gobierno uruguayo expulsó ayer de su territorio al integrante de la ETA Jesús María Lariz Iriondo, cuyo seudónimo era Micky, y al llegar a Buenos Aires, acompañado por policías uruguayos, fue detenido por policías argentinos. La captura de Micky fue ordenada por el juez Baltasar Garzón y se basa en la participación del etarra en un atentado ocurrido hace 18 años y en el que resultaron heridos dos policías. En Uruguay se lo acusó de “asistencia como presunto autor responsable de asociación para delinquir”, ya que se le encontraron textos a favor de ETA en el disco rígido de la computadora.
Ayer en tribunales se anunció inicialmente la detención de Lariz Iriondo con el título de “la ETA en Buenos Aires” y se le trató de dar envergadura al detenido sugiriendo que era uno de los integrantes más peligrosos de la organización vasca. Se hizo trascender incluso que había matado a 40 policías. Con las horas, y en especial a raíz de la llegada de información desde España, quedó en claro que las imputaciones contra Micky no tienen ni por asomo esa envergadura: en 1984, en Eibar, armó un artefacto explosivo junto a otros miembros de ETA, pero el objetivo de atentar contra un patrullero no se concretó: la bomba estalló antes y produjo dos heridos.
Iriondo vivía desde hace tiempo en Uruguay y se casó una mujer de ese país. La justicia española pidió su extradición y por ello se lo detuvo a principios de este año en Montevideo. Sin embargo, tras un largo proceso en el que quedó en libertad y después lo apresaron otra vez en noviembre, la justicia de Uruguay rechazó el pedido de extradición y en cambio resolvió expulsarlo. Como era obvio, la llegada de Lariz Iriondo a la Argentina implicaba la inmediata detención, por cuanto el juez Garzón ya le había hecho llegar un fax a la jueza Servini de Cubría. Personal de la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal esperaba a Micky en el Aeropuerto y lo alojaron en las dependencias que la Unidad tiene en Palermo. El lunes, el integrante de ETA va a ser llevado ante Servini y casi seguro rechazará la extradición a España. La magistrada entonces deberá resolver.