“Ciro James era la mano derecha de Jorge Palacios en el equipo de seguridad del Club Boca Juniors”, denunció la legisladora Gabriela Cerruti. “Allí reportaba a Andrés Ibarra, gerente general de Boca cuando Macri era presidente, que hoy es el segundo de Narodowski”, aseguró a Página/12 la diputada de Nueva Democracia. “Es muy probable que a James lo haya llevado Andrés Ibarra para espiar a los estudiantes y docentes”, aseguró. Luego de que fracasara la sesión especial de ayer por falta de quórum, Cerruti volverá a pedir la interpelación de los ministros Mariano Narodowski y Guillermo Montenegro para que informaran sobre la vinculación de James con Andrés Ibarra y con el club de los amores de Macri.

“A partir de su secuestro, Macri forma su propio equipo de seguridad, que hace espionaje industrial. Luego es su equipo de seguridad en Boca, cuando se matan la barra de Chacarita con la de Boca. Este es el equipo de seguridad de Macri. Tienen que explicar por qué Ciro James inició su obra social con la Marina, en el círculo de comisarios de la Marina, los más masseristas”, planteó Cerruti. James trabajó en 1994 en la Contaduría General del Ejército y tiene como obra social la de los Comisarios Navales. La legisladora hizo, además, un seguimiento de diversas empresas a las que está vinculado James:

- Protect Compañía de Seguridad. Es una empresa de seguridad formada en 2005 con domicilio en Temperley, de la que James figura como socio y tendría el 30 por ciento de las acciones. Según Cerruti, fue dada de baja del registro del gobierno porteño al mismo tiempo que contrataron a James porque había una incompatibilidad. En el expediente judicial aparece una comunicación asidua de James con esta empresa.

- STI Sistemas Telefónicos Integrales y Com 3 Satelital. James aparece vinculado con estas dos empresas, una de tendido de redes telefónicas y otra de sistemas informáticos.

- Consultora Lyons. Es una empresa de seguridad. También aparecía en el currículum que James presentó ante el gobierno porteño. Allí consignó que estuvo entre 1991 y 2007. Página/12 se comunicó con Ezequiel Causada, que aparecía como referencia en el currículum de James. Pese a que el espía trabajó allí durante dieciséis años, Causada sostuvo que “no tenía mucho contacto físico con él. No hablamos ni de fútbol. Nosotros le dábamos datos y él era un entrevistador que hacía informes prelaborales de gente que iba a entrar a trabajar. No sabíamos que estaba en la Policía Federal”. “No apareció más por acá. No es que desapareció, pero evidentemente nosotros no tuvimos más contacto con él. Sus recibos de sueldo de aquella época no están firmados”, sostuvo Causada. Según una base de datos privada, Lyons le pagó los aportes de obra social y jubilación hasta el mes pasado. Causada le aseguró a este diario que es porque “sabíamos que era abogado y no queríamos tener problemas”. Un ejemplo de altruismo.

Los 150 llamados que aparecen cruzados entre James y Palacios en la causa judicial apuntan a la relación con otras dos empresas:

- ARPA y Strategic Security Consultancy. La relación de la primera con Palacios es innegable, una foto de los años noventa del ex jefe de la policía aparece en la página web de la empresa. La sigla segunda remite a los apellidos de Palacios y su mujer, Ares, y hoy está en manos del suegro de Palacios, Juan Pablo Ares.

“Llegó la hora de que Macri explique por qué llevó al gobierno al equipo de seguridad que lo acompañó después de su secuestro, en las empresas primero y en Boca Juniors después”, insistió Cerruti, que insistirá con la interpelación a los ministros tras la sesión que fracasó ayer.

“Mandar espías a las escuelas/es de la dictadura”, cantaban los gremialistas de UTE-Ctera en los pasillos de la Legislatura, mientras los opositores intentaban juntar 31 presentes para tener el quórum para la sesión especial en la que querían votar la interpelación a los ministros de Justicia, Guillermo Montenegro, y de Educación, Mariano Narodowski. Bajaron legisladores de todos los bloques –la Coalición Cívica incluida– e intentaron interpelar a los ministros de Justicia y de Educación. Les faltó un legislador para obtener quórum: no asistieron dos del PJ y uno de la CC. Las excusas de las peronistas que circularon por los pasillos de la Legislatura no tienen desperdicio: según se dijo, Inés Urdapilleta no asistió porque “tenía dolor de muela” y Dora Mouzo “no sale cuando hay lluvia”. El bulldoguista Marcelo Meis estaba de viaje por Alemania.

Del legislador de la CC Guillermo Smith no se supo nada, pero sus compañeros del ARI Facundo Di Filippo, Fernando Sánchez y Fernanda Reyes le pidieron la expulsión del partido. Sospechan que el legislador obtendrá un cargo en la Metropolitana, más concretamente en un consejo de seguridad que se creará. “Con su comportamiento es funcional a la metodología basada en la cooptación y el quiebre de opositores utilizada por el gobierno de Macri”, denunciaron. En tanto, Aníbal Ibarra planteó que Macri “no puede decir que el espionaje ilegal es normal porque pasa seguido”; el kirchnerista Diego Kravetz le pidió que “deje de esconder a sus ministros debajo de un escritorio” y Juan Cabandié planteó que el caso “literalmente es un escándalo y tiene que renunciar Montenegro”.

“Ya se va/Mariano ya se va”, coreaban los docentes, en referencia al ministro de Educación porteño, mientras Santilli contaba las bancas y decretaba que le faltaba uno para tener quórum. “Se levanta la sesión”, dijo Santilli y los legisladores de PRO que esperaban agazapados fuera del recinto pudieron respirar tranquilos. Por ahora.