“¿Viniste a lanzar tu candidatura a jefe de Gobierno?”, le preguntó el movilero de una radio AM a Martín Sabbatella cuando llegaba al Colegio Nacional de Buenos Aires para asistir al Encuentro Porteño de Políticas Públicas, el seminario realizado en conjunto por distintos sectores del centroizquierda en la ciudad. La respuesta del diputado electo por Nuevo Encuentro fue un “no” tajante. Sin embargo, fueron varios los dirigentes que estuvieron ayer que, con el micrófono apagado, reconocieron que ésa es una movida que no está afuera de los cálculos, aunque todos aclararon que todavía “no es tiempo de pensar en candidaturas” porque “ése es uno de los vicios en la forma de hacer política que hay que cambiar”.

El seminario, convocado por el EDE (Encuentro por la Democracia y la Equidad, el partido de Sabbatella) junto a Libres del Sur, Solidaridad e Igualdad (SI) y otros sectores del progresismo porteño, estuvo pensado con una estructura de comisiones, que luego de la apertura –a cargo del mismo Sabbatella, los legisladores porteños Gabriela Cerruti (Nueva Democracia) y Gonzalo Ruanova (Espacio Plural), el diputado Emilio García Méndez (SI) y el dirigente de Libres del Sur Humberto Tumini– se repartieron distintos temas para debatir. Así, se llevaron a cabo seis mesas de discusión sobre educación, salud, políticas sociales, transparencia, cultura y seguridad y Justicia. El formato resultó ideal para presentar en sociedad a algunos de los nuevos compañeros de ruta del hombre de Morón, como la misma Cerruti, el ex secretario de Cultura Gustavo López, el especialista en temas de seguridad Marcelo Saín y la titular del Inadi, María José Lubertino. Vilma Ibarra, otra que se subió al carro, no estuvo presente pero hizo llegar un saludo por escrito.

“No queremos ser oposición al gobierno, sino una opción al gobierno”, explicó Cerruti, la primera en tomar la palabra. Al desarrollar los motivos por los que es necesario que el centroizquierda trabaje junto, la legisladora aseguró que “hay una teoría que dice que cuando la mano izquierda, que es la solidaria, la que brinda y la que contiene, desaparece, llega la mano derecha que reprime y abandona las políticas sociales”, y planteó un paralelismo de los últimos dos años con otras experiencias políticas en la ciudad: “Macri gobernó cuando estuvo Cacciatore, Macri gobernó cuando estuvo Grosso y ahora Macri gobierna con Macri”, concluyó Cerruti, escoltada celosamente por su hijo pequeño.

García Méndez, en su turno, pidió pasar “de la crítica ideológica a la crítica política” como paso necesario antes de “actuar desde la diversidad”. “Hay que dejar eso de que los derechos humanos son para los sectores progresistas y que la seguridad es tema de la derecha; tenemos que tomar en nuestras manos ambas cuestiones”, dijo. Por su parte, Ruanova se mostró entusiasmado con “la oportunidad de construir una fuerza de mayoría, vital, creativa y sin mezquindades, que posibilite reconstruir los lazos entre progresismo y gestión en la ciudad.”

En el mismo sentido se manifestó Tumini: “Es cierto que nuestras fuerzas no están unidas, pero hay que avanzar en esa dirección. Tengamos una mirada amplia, porque para gobernar esta ciudad debemos borrar la división que se adueñó de nosotros en los últimos años”. El ex subsecretario de Gestión Pública de la ciudad resaltó la necesidad de volver a recurrir a la militancia como materia prima de la acción política. “Sólo así seremos realmente fuertes y estaremos a la altura de los desafíos por venir.”

Finalmente, Sabbatella, encargado de cerrar el acto, aprovechó para tender un puente con las fuerzas del mismo signo político que no se sumaron a la propuesta, resaltando las “excelentes elecciones” que hicieron Pino Solanas y Carlos Heller y advirtiendo: “El centroizquierda o el progresismo no está solamente donde estamos no-

sotros. Es necesario reconocer lo genuino de las distintas búsquedas políticas y marchar hacia la unidad de este espacio”. Aplaudido por los cerca de 500 asistentes al encuentro, el diputado electo aseguró que si bien “este Encuentro Porteño es un paso importantísimo”, quedarse con esto no es suficiente. “Hay muchos y muchas más con los que debemos encontrarnos –convocó–. El centroizquierda unido puede gobernar la ciudad.”

Aunque Sabbatella lo niegue, después de su discurso –por lejos el más largo de la tarde– gente muy cercana a su entorno se entusiasmaba: “Tiene el perfil ideal para el electorado porteño”, aseguraba un sabbatellista de la primera época. “Además, no es peronista”, terciaba, entre risas, uno que se sumó más recientemente. “El quiere construir su partido y el frente en todo el país –concluyó el primero–. Y la Ciudad de Buenos Aires es una pata muy importante. Todavía falta mucho, pero cuando llegue el momento, él va a hacer lo que tenga que hacer.”

Informe: Nicolás Lantos.