Fueron cuarenta horas de acampe en Avenida de Mayo y los piqueteros dijeron haber obtenido el compromiso oficial de que los miembros de todas las organizaciones serán inscriptos en todos los distritos para el plan Argentina Trabaja. El Gobierno calificó la medida como “un hecho político innecesario, porque ya tenían asegurado su ingreso” a ese programa.

La reunión entre los piqueteros y los funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social que destrabó el conflicto se extendió hasta la madrugada. Estuvieron el subsecretario de Comercialización de la Economía Social, Emilio Paillalef –que reemplazó a Emilio Pérsico en ese cargo–, y Sergio Berni, subsecretario de Abordaje Territorial, y los dirigentes del Bloque Piquetero Nacional, el Polo Obrero, el Movimiento Sin Trabajo Teresa Vive, el Movimiento Territorial de Liberación (MTL), la Coordinadora de Unidad Barrial (CUBa), las agrupaciones Darío Santillán y Aníbal Verón y Barrios de Pie.

Los piqueteros decidieron en una asamblea, a las 7 de la mañana, levantar el campamento que habían instalado sobre la Avenida de Mayo, en reclamo de su inclusión en el plan Argentina Trabaja. Habían intentado hacerlo en Plaza de Mayo, pero no pudieron porque fue vallada por la policía. Con el correr de las horas, la tradicional avenida recobró poco a poco su fisonomía y actividad y las líneas de subterráneo normalizaron los accesos a sus estaciones.

“Hasta el 15 de diciembre estarían inscribiendo en el conjunto de los distritos a todas las organizaciones y el ministerio se comprometió a ser garante de los medios administrativos y políticos para eso; es decir que no dependería ya de la voluntad individual de cada intendente”, describió a Página/12 Guillermo Kane, dirigente del Polo Obrero. Tras el acuerdo se abrirían los padrones en los partidos del Gran Buenos Aires, comenzando por Avellaneda, Almirante Brown, Malvinas Argentinas y Escobar, según informó el dirigente social Gustavo Giménez. Por su parte, Roberto Baigorria, de Barrios de Pie, comentó que a los funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social se les planteó que el “eje fundamental era acelerar las inscripciones al plan, ya que los movimientos, como Barrios de Pie, estuvieron vedados en los últimos meses”. El dirigente agregó que “las inscripciones empezarán hoy (por ayer) y mañana continuarán (por hoy) para ir cubriendo el grueso del Gran Buenos Aires”. Baigorria puntualizó que en el marco de las negociaciones se evaluaba que se pagaran estos sueldos antes de fin de año a los desocupados.

El programa Argentina Trabaja implica la creación de 100 mil puestos de empleo en los barrios, con remuneraciones de entre 1200 y 2299 pesos por mes.

En diálogo con este diario, una fuente de Desarrollo Social aclaró: “Como ministerio es nuestra obligación ejercer una equidad entre los distintos actores sociales, pero no somos un órgano que dé garantías”. Este diario preguntó entonces a qué atribuían el levantamiento del acampe. El funcionario respondió que “se equivocaron, fue un acampe con un fin político, y cuando pasó ese fin lo levantaron”. Consultado sobre las dificultades que los miembros de los grupos piqueteros que acamparon dicen haber tenido al momento de inscribirse en el programa, la fuente dijo que “no es verdad”, pero admitió que “hubo un par de operativos que se corrieron de fecha, estamos atendiendo la emergencia en la Mesopotamia y las cosas se van ajustando de acuerdo con la disponibilidad humana”.

Las agrupaciones que realizaron los dos acampes habían denunciado la existencia de cupos asegurados para las organizaciones sociales kirchneristas. Al respecto, en Desarrollo Social respondieron: “Van a participar todos, no hay cupos para nadie, hay desocupados que tienen que integrar cooperativas de sesenta personas, son diferentes actores. Cada cooperativa es un ente autónomo con sus autoridades, de modo que hasta que no se armen no se puede saber quién las va a dirigir, pero acceder van acceder todos”.

Kane destacó que “las autoridades del ministerio se negaron a poner los alcances del acuerdo por escrito, de modo que las organizaciones piqueteras se disponen a hacer un seguimiento de este proceso para verificar el cumplimiento”.