En un acontecimiento calificado de “histórico” por todas las partes, el grupo de legisladores de Estados Unidos que visita la Argentina almorzó ayer en la sede central de la CGT con las autoridades de la central gremial. Del encuentro, que se prolongó durante más de tres horas, quedó el compromiso mutuo de establecer nuevas relaciones bilaterales que permitan “alentar un protagonismo central de los trabajadores en el diálogo social” en ambos países. Además del secretario general de la CGT, Hugo Moyano, la cúpula sindical y la delegación norteamericana, formaron parte del evento el embajador argentino en Wa-shington, Héctor Timerman, y Vilma Socorro Martínez, representante en Buenos Aires del gobierno de Barack Obama.

“Todos los presentes calificaron esto como histórico”, le confió a Página/12 Juan Carlos Schmid, secretario de Capacitación de la CGT. El dirigente del gremio de Dragado y Balizamiento explicó que la reunión de ayer fue el punto de inicio para “una tarea de acercamiento progresivo con los Estados Unidos desde el punto de vista del movimiento obrero”. El resultado fue tan satisfactorio que, aseguró, ahora quieren iniciar experiencias similares a través de las embajadas de Brasil y luego de otros países del G-7.

A la hora de hablar de las coincidencias, Schmid destacó que el legislador demócrata Elliot Engel, quien encabeza la delegación, “manifestó que no se concebía una democracia sin una fuerte representación sindical”. A los representantes norteamericanos, indicó Schmid, les sorprendió descubrir cuánto se parecen las problemáticas locales a las que tienen allá.

Por su parte, Mario Manrique, titular de Smata, destacó: “Coincidimos todos en que para poder conformar un equilibrio social no sólo en la región sino en todas partes del mundo, es necesario tener representaciones sindicales fuertes y representativas”.

“Hemos roto 70 años de distancia entre los representantes del pueblo americano y los representantes de los trabajadores argentinos”, festejó Timerman. El diplomático destacó que era “la primera vez” que una delegación de legisladores de Estados Unidos se reúne con representantes del movimiento obrero argentino “para que escuchen cuál es la visión de la economía y de las relaciones laborales que hay en el país, que no sean sólo las campanas de las empresas” las que tengan eco en Washington. “Los mismos norteamericanos han dicho que estuvimos 70 años separados luchando por los mismos derechos –remató Timerman–. Ahora vamos a luchar juntos.”

En la recepción que ofreció a los legisladores el martes en su residencia oficial, la embajadora norteamericana, Vilma Socorro Martínez, había recordado que si bien “el presidente Barack Obama y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, son las caras visibles de la política exterior” de los Estados Unidos, finalmente “son los legisladores quienes autorizan los fondos y ejercen la supervisión de la política exterior”.

Al respecto, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, remarcó que el encuentro de ayer “es de particular importancia de cara a la reunion de ministros de Trabajo del G-20 que fue convocada por Barack Obama para abril y que les dará un nuevo impulso mundial a los temas laborales, en línea con lo que propone la OIT”.

Además de Engel, participaron del almuerzo los congresistas estadounidenses Lynn Woolsey (California), Shelley Berkley (Nevada) y Pedro Pierluisi (Puerto Rico), todos demócratas, además de la embajadora Martínez y el subsecretario adjunto de Asuntos Hemisféricos, Christopher McMullen. Como representantes de la CGT estuvieron, además de Moyano, Manrique y Schmid, Antonio Caló (metalúrgicos), Jorge Omar Viviani (peones de taxi) y Horacio Ghillini (docentes privados), entre otros.

Informe: Nicolás Lantos.