Martín Redrado seguirá recorriendo los pasillos de Tribunales por largo tiempo. Al amparo que él presentó y a la denuncia en su contra que elevó el Gobierno, ayer se sumó una nueva acusación para que se lo investigue por los delitos de “malversación de caudales públicos y enriquecimiento ilícito” durante su desempeño al frente del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Fue por la información contenida en una nota del periodista Horacio Verbitsky, publicada el domingo pasado en Página/12.

La denuncia penal recayó en el Juzgado Federal 11, a cargo de Claudio Bonadío, y fue presentada por el abogado Eduardo Barcesat en base a un informe elaborado por miembros del directorio del BCRA reproducido en el artículo periodístico.

Entre los gastos rendidos por Hernán Martín Pérez Redrado sin aval por los restantes directores se incluyeron desembolsos de 150 mil pesos por funciones de títeres, 40 mil por un taller de actuación actoral y otros 16.600 por dos talleres de yoga, entre otros rubros. De acuerdo con el dossier, formalizado ahora como denuncia penal, Pérez Redrado habría adjudicado el 19 de enero de 2009 la compra de diarios, revistas, suscripciones de Internet y “otros objetos coleccionables” por 2,2 millones de pesos. En esa misma fecha habría desembolsado otros 3 millones de pesos para contratación de aviones de las fuerzas de seguridad. También adquirió dos acondicionadores de aire por 29.780 pesos y autorizó 578.390 pesos para “gastos de cortesía y agasajos”. El informe también revela que Redrado contrató en abril del año pasado al comisario Alberto Capuchetti, ex superintendente de seguridad metropolitana, con una remuneración de 14 mil pesos mensuales brutos “por asesorarlo en materias no especificadas”. Este comisario pasó a retiro luego de haber comandado el operativo represivo en la recuperada fábrica Brukman.

El funcionario autorizó el pago 9400 pesos para contratar un taller de yoga, desembolsó 150 mil pesos en pago de funciones de teatro de títeres, 40 mil pesos por un taller de actuación de Daniel Miglioranza, 8640 por un taller de fotografía y 6500 pesos por uno de tango. Redrado gastó, además, 106.865 pesos en un automóvil Passat azul y otros 98 mil pesos en blindarlo. El 5 de febrero pagó 109.854 pesos por refrigerios para personal policial y operadores de scanners de Gendarmería y adquirió chalecos antibalas por 19.200 pesos.

En su presentación, Barcesat pidió que se solicite al BCRA que remita las constancias de dichos gastos y que se recabe en la Auditoría General de la Nación si auditó lo gastos de Pérez Redrado, así como su declaración jurada ante la AFIP. Finalmente, pidió se cite a declaración testimonial a los directores del Central que rubricaron el informe. En cualquier caso, antes de que estas medidas se pongan en marcha, es necesario que la causa exista como tal, para lo cual es indispensable el requerimiento de la fiscalía.

Todo comenzó cuando el resto del directorio del Central se interesó por el nivel de vida de Redrado, empezando por su casa de Belgrano, que estaría tasada en varios millones de dólares. Los datos que ahora se convertirían en materia judicial surgieron de los informes trimestrales de contrataciones adjudicadas por el funcionario sin participación del directorio. El total de gastos sólo del primer semestre del año pasado asciende a 154,6 millones de pesos.