EL PAíS
› CRONICA DEL CLIMA QUE SE VIVE EN EL CONURBANO BONAERENSE
Espectros del pasado en Facundo Quiroga
› Por Martín Piqué
Esta historia comenzó con un ruido lejano que llegaba del cielo. Era el sonido de una avioneta, que surcaba las nubes a vuelo bajo y emitía un aviso repetitivo desde los parlantes. El anuncio llegaba como un eco lejano, pero los vecinos del barrio Facundo Quiroga, primero con esfuerzo, después por hartazgo, escucharon que Carlos Menem visitaría el asentamiento el viernes 29 de noviembre. Ese día, prometía el anuncio que lanzaba el avión, el riojano encabezaría un acto en el club social y deportivo Los Amigos. El club es un enorme tinglado ubicado en la esquina de Ostende y Guaminí, donde los sábados se realiza un campeonato de fútbol infantil y que los demás días se alquila al mejor postor. El acto se realizó, pero Menem no apareció, como tampoco Juan Carlos Romero ni tampoco la mediática Cecilia Bolocco. Lo que sí surgió, en cambio, fue un clima enrarecido, una ola de rumores y hasta denuncias de que algunos vecinos están preparando saqueos para mediados de diciembre.
El barrio Facundo Quiroga no se diferencia mucho de los barrios obreros del conurbano. Las calles son de tierra, anchas y polvorientas, y con tantos baldíos alrededor que el paisaje adquiere resonancias rurales. Las casas son bajas, deterioradas por la falta de arreglo, y algunas están a medio construir. Por todos lados se ven camiones desvencijados, automóviles a los que le faltan ruedas y pilas de basura desperdigada entre los cascotes. Hasta allí, el paisaje del Facundo Quiroga se podría repetir (y, de hecho, así ocurre) en otras zonas del Gran Buenos Aires.
Pero el rasgo indudable es que estas quince cuadras de la avenida Itatí, que componen los barrios Facundo Quiroga, San Juan y Cuartel Noveno, forman parte del municipio de Lomas de Zamora, el distrito que mejor representa a Eduardo Duhalde. Y que a pesar de las desmentidas del Gobierno, que insiste que los rumores de saqueos son infundados, lo cierto es que los vecinos de ese rincón del sur del conurbano denuncian que punteros del PJ –algunos del menemismo y otros no– y miembros de una sociedad de fomento están preparando robos masivos a los comercios de la zona. El sábado último, Página/12 recorrió el barrio y todos los vecinos consultados admitieron que por la zona se habla “muchísimo” de los saqueos. Otros tres hasta dieron detalles de cómo sería la organización.
El acto en cuestión
El viernes 29 de noviembre, el menemismo organizó un acto en el club Los Amigos. Se hablaba de que asistiría Menem, pero al final no asistieron menemistas conocidos, salvo el racinguista Daniel Lalín, incorporado hace poco, y el candidato a intendente de Lomas, un dirigente de apellido Fiorentino. Los dirigentes, preocupados por la seguridad, llegaron en una combi, temerosos por la suerte que podrían correr sus vehículos si los dejaban en ese lugar. En la reunión, se congregaron unas trescientas personas, algunos habían llegado en colectivos, pero más de la mitad eran lugareños.
Pese a todo, los vecinos dicen que en el acto no se habló de los saqueos, ni que tampoco hubo incidentes graves. El cuidador del club Los Amigos, Gabriel Medina, contó a Página/12 que los organizadores temían que hubieran disturbios y que por eso sólo llevaron bidones de agua mineral y no estuvieron de acuerdo en poner sillas. No querían que pasara lo que sucedió en uno de los actos de Menem en Costa Salguero, donde dos barras menemistas se trenzaron a golpes y se arrojaron sillas de plástico. Hubo, sí, mucho descontento porque no se repartió comida, como habían prometido los dirigentes que habían movilizado, dos punteros de apellido Font y Cejas, que firmaron también algunas pintadas de apoyo a Menem.
Antes del acto habían circulado rumores de que los menemistas aprovecharían el acto para instigar a los saqueos. Al tanto de esas versiones, Néstor, un comerciante de la zona, el propietario del autoservicio Esece SC, presentó una denuncia en la fiscalía Nº 10 de Lomas de Zamora. El año pasado, ese supermercado –ubicado en Itatí al 1700–fue saqueado con un método drástico: un auto chocó contra la cortina metálica, que había sido amurada al piso, y la rompió lo suficiente como para que la multitud pudiera entrar a robar. Por esa experiencia, el dueño instaló en la puerta dos volquetes llenos de piedras. Piensa que así podrá impedir un eventual asalto motorizado.
Mercedes, que se negó a dar su apellido, es una de las vecinas que aceptó hablar. “En el barrio todos me conocen”, explicó luego de estudiar desde la puerta a los visitantes que esperaban en la vereda. Vive en una esquina del barrio. No tardó mucho en despegarse de la puerta entreabierta, su señal de desconfianza inicial ante los forasteros, y entonces comenzó a contar lo que pasaba a su alrededor. “Acá la gente se está anotando para saquear. Por ejemplo, te podés anotar en electrodomésticos, en carnicería, en verdulería”, contó a Página/12 con la naturalidad de quien se acostumbró a todo.
Según Mercedes, algunos punteros del PJ estarían organizando los saqueos en “el fondo del barrio Facundo Quiroga”, casi sobre el “Arroyo del Medio”. El mecanismo consiste en organizar a la gente para que robe en conjunto en los distintos comercios de la zona: el autoservicio –el comercio que tiene las góndolas más variadas de la zona–, las carnicerías, los electrodomésticos. “El año pasado, después de los saqueos, se festejó toda la noche con tiros, y después los electrodomésticos aparecían en las ferias del trueque”, contó.
El panorama sigue complejo. Los vecinos descuentan que en diez días, a lo sumo, comenzarán los saqueos. A pesar de la confianza del Gobierno, cuentan que, dada la inmensa miseria, los propios punteros duhaldistas están buscando formas de ganar plata. “Una manera es llevarle gente a los menemistas, pidiéndole plata a cambio. Por ejemplo, de 15 pesos que se paga por persona para ir a una marcha, ellos se quedan con 10”, aseguró Mercedes a Página/12, que luego reconoció que para el acto menemista varios punteros del duhaldismo que manejan planes sociales pidieron a su gente que se diera una vuelta por el lugar.